Tu Nueva Radio Ya confirmó que Anielka del Carmen Espinoza Mayorquín, de 34 años, fue asesinada la noche del miércoles por Sergio Antonio Olivares López, de 33 años, quien le asestó varias estocadas en el cuello, tórax y abdomen.

El atroz crimen fue cometido por Olivares en la casa de la víctima localizada de los semáforos del antiguo hospital Militar dos cuadras al Sur y una y media al Oeste, en el barrio Jonathan González, Distrito Uno de Managua.
Anielka era soltera, sin hijos y Olivares fue su novio por corto tiempo hace un año, expresó su tío materno Roberto Saravia.
CÁMARA DE SEGURIDAD
El familiar relató que una cámara de seguridad ubicada frente a la vivienda de la víctima, grabó el momento en que Olivares López llegó a pie al domicilio de Anielka.
“Eran como las 8 de la noche, se paró frente al portón de la casa y como no estaba enllavado, metió la mano, quitó el pasador y entró a la casa sin permiso de mi sobrina”, dijo don Roberto.
Una vez adentro, Anielka encaró a Sergio y protagonizaron una discusión en la que el homicida apagó las luces de la sala y siguió a su víctima hasta su cuarto y le realizó las estocadas que le causaron la muerte.
Acto seguido, Olivares López desarregló varias cosas de la vivienda e Anielka, le sustrajo su celular y arrancó una cámara de seguridad que ella tenía dentro de la casa, para que creyeran que el crimen se trataba de un robo.
“Luego de quitarle la vida a mi sobrina, él salió de la casa y se paró en la acera y esperó un carro que pidió en una aplicación de transporte privado y se fue con rumbo desconocido” aseguró don Roberto Saravia.
“MATÉ A MI NOVIA”
Según la continuidad del relato, el mediodía del jueves, Sergio Olivares quien habita en el barrio Batahola Sur, llegó a una estación de policial donde dijo: “me vengo a entregar porque maté a mi novia, el cuerpo está en su casa”.
De inmediato fue esposado en el distrito policial y se envió un equipo a la vivienda de la víctima donde tenía varias horas de fallecida.
ESTABA OBSESIONADO CON ELLA
La noticia llegó hasta Panamá, donde doña Gertrudis Saravia, quien desde la noche del miércoles no recibía mensajes de su hija Anielka, y empezó en ella el presentimiento que su hija estaba muerta.
Doña Gertrudis llamó a una familiar en el barrio para que fuera a la casa de Anielka, y verificar cómo estaba, pero su corazonada era cierta, la joven había sido privada de la vida.
Para don Roberto Saravia y demás familiares, el crimen fue motivado por la obsesión que Sergio Olivares tenía hacia Anielka, quien lo rechazaba porque ya no quería nada con él.
CONTADORA
Anielka laboraba como contadora de la Federación de Nicaragüense de Atletismo en el Instituto Nicaragüense de Deportes y era hija menor del guarda de seguridad Juan Espinoza y doña Gertrudis Saravia.
Anielka Espinoza Mayorquín es velada en su casa, y mañana sábado a las 10 am partirá su cortejo fúnebre hacia el cementerio Puertas del Cielo, ubicado en el barrio Milagro de Dios, para darle cristiana sepultura.