Este lunes 31 de marzo Managua cumple 94 años de haber sido destruida por primera vez como ciudad, por un terremoto que aún estremece las mentes de los miembros más viejos de nuestras familias.

La capital construida con casas y edificios de taquezal y con ranchos de paja, se vino abajo a las 10 y 23 minutos de aquel 31 de marzo de 1931, martes Santo, cuando la gente andaba en el mercado, oficinas de gobierno, en el puerto del Lago Xolotlán o en la estación del ferrocarril.
Muchos circulaban a pie y en carretones jalados por caballos por las pocas calles retorcidas de Managua, cuando el sismo de 5, 8 grados, los puso a temblar y a llorar, al ver como las edificaciones se iban al suelo entre una nube de polvo.
Según el historiador Gratus Halftermeyer, el terremoto del 31 de marzo de 1931 comenzó lento…y en segundos se convirtió en un sacudión infernal, que provocó la destrucción casi total de Managua.
Después del sismo iniciaron incendios en farmacias por los químicos que almacenaban, mientras miles de pobladores buscaban bajo los escombros a sus padres, madres, hermanos, familiares y amigos, esperanzados en rescatarlos vivos.
El sismo mató a más de mil 500 personas que quedaron atrapadas en los escombros de casas y edificios, mientras que un gran incendio se extendió por los cuatro costados de la Capital, que entonces tenía como límites el Campo de Marte por el Sur y el Lago de Managua por el Norte.

A pesar de la adversidad, después de 1931, la Capital se levantó de las cenizas como el Ave Fénix, pero fue destruida de nuevo el 23 de diciembre de 1972.
En esta segunda ocasión, fueron más de 10 mil los muertos y más de 50 mil heridos, golpeados y de gente que se volvió loca por semejante sacudida.
Después del terremoto de 1972, vino la catástrofe de los Somoza que se aprovecharon de la desgracia del pueblo para robarse las donaciones y repartirse el botín junto a la alta jerarquía de la oprobiosa Guardia Nacional.
Afortunadamente en estos tiempos de Revolución, el Gobierno Sandinista realiza junto al pueblo 4 ejercicios de protección Multiamenazas al año, para que todos estén listos a la hora de cualquier eventualidad, y así salvaguardar la vida, el bien más preciado.