La capital de Uganda, Kampala, se encuentra de luto tras el trágico derrumbe ocurrido el sábado en el vertedero de Kiteezi.
Las autoridades confirmaron que el número de víctimas mortales ascendió a 18, mientras que cerca de mil personas han quedado desplazadas.
Las fuertes lluvias provocaron un deslizamiento de tierra que sepultó casas, personas y ganado bajo montañas de basura.
Los equipos de rescate continúan trabajando incansablemente para encontrar posibles sobrevivientes.
El presidente Yoweri Museveni ha ordenado a las fuerzas especiales del ejército unirse a la operación de búsqueda y rescate.
Además, exigió una investigación para determinar cómo se permitió que personas vivieran cerca de un lugar tan peligroso.
Esta tragedia pone de manifiesto la crítica situación del vertedero de Kiteezi, que ya había sido catalogada como una «crisis nacional» hace ocho meses.