Freddy Mairena Jarquín, de 35 años, murió en la comunidad San Antonio, en Matiguás, Matagalpa, al caerle sobre su humanidad las ramas de un árbol que derribaba.
Lugareños dijeron que Freddy midió mal el lugar donde caería el árbol, y las ramas, terminaron cayéndole encima.
Habitantes de la zona trataron de auxiliarlo, sin embargo, al casarlo debajo de las ramas, descubrieron que ya no tenía signos vitales.