Con un disparo de revólver calibre 38 que le entró por el mentón y le explotó la cabeza, murió la madrugada de este sábado, Wilder Jason Fuentes Mendoza, de 20 años, quien quedó tendido en un charco de sangre del portón del Maxi Pali media cuadra arriba en el barrio Waspan Sur.
La policía de la Estación Seis investiga el caso tomando como referencia dos hipótesis.
La primera, que Wilder ingresó a una distribuidora de gaseosas, le asestó un botellazo en la cabeza al celador Cesar Augusto Montoya, de 55 años, para robarle un revólver calibre 38 y al ser alcanzado por otro vigilante, se trenzaron en lucha, disparándose el arma que le causó la muerte.
La otra versión que investigan los detectives es que cuando Wilder trataba de salir de la embotelladora, saltó una tapia y al caer, el revólver que había robado, se le disparó, matándose en el acto.
En el lugar se conoció que además de vivir frente a la empresa de bebidas gaseosas, Wilder trabajaba en ocasiones en la misma embotelladora como “díero”, o sea que laboraba por día.
En cuanto al vigilante agredido y despojado de su arma, fue trasladado inconsciente al hospital Alemán Nicaragüense.