Víctor Manuel Vargas Pérez, de 40 años, murió acostado en una acera la noche del sábado, en las afueras de un casino, ubicado en el barrio Ernesto Rosales, de la ciudad de Jinotega.
La médico forense de Jinotega al revisar el cuerpo determinó que Vargas Pérez murió por bronco aspiración, al asfixiarse con su propio vómito.
De acuerdo con las investigaciones del caso, el ahora occiso llegó al casino a eso de las 3 de la tarde del sábado y se sentó frente a una máquina, pero solo a ver, no a jugar.
Posteriormente se puso a enamorar a una de las trabajadoras del local, por lo cual se le llevó hasta la salida y se acostó en la acera, donde horas después se percataron que no tenía signos vitales.
Vargas Pérez habitaba en el barrio Odorico D´Andrea, de la ciudad de Jinotega, y su cuerpo fue entregado a su hermano José Vargas, para que le diera cristiana sepultura.