Los daños causados por el consumo excesivo de alcohol cobró la vida de Marlon Leonel Castellón Díaz, de 42 años de edad, en la casa que habitaba en el barrio Monseñor Lezcano, en Managua.
Vecinos del sector informaron que la ingesta de licor le había provocado cirrosis hepática a Castellón Díaz, y los médicos le habían prohibido tomar.
El cuerpo del infortunado fue encontrado por su señora madre, doña Ruth Díaz de 62 años, en horas de la mañana del domingo.
Por otro lado Karla Patricia Jarquín, de 35 años de edad, se rindió ante la muerte por la excesiva ingesta de licor en su casa situada detrás del hotel Cailagua, en el barrio Santa Rosa, de la ciudad de Masaya.
Cazadores de noticias indicaron que Karla Jarquín era tomadora consuetudinaria, en tanto que una forense de la Ciudad de Las Flores dictaminó muerte por intoxicación alcohólica crónica.