La mañana de este sábado fue enterrada la ballena de casi 18 metros de largo y 90 toneladas de peso, que murió a las cinco y media de la tarde del viernes después de quedar varada en las playas de Popoyo, en la comunidad de Las Salinas, en Tola, Rivas, Nicaragua.
El compañero Alexander Cardoza, secretario político del FSLN en Rivas, lamentó que a pesar de los esfuerzos realizados por gran cantidad de personas y las autoridades, no se haya podido salvar al cetáceo, e indicó que debido a que no hubo marea alta, el cuerpo no fue arrastrado a mar abierto.
Agregó que debido a esa situación, a las dos de la madrugada, se empezó a cavar una fosa con ayuda de palas mecánicas en el mismo lugar donde murió, y después rellenaron el hoyo con sal para evitar el mal olor.
Aunque se había dicho preliminarmente que se trataba de una ballena jorobada, Mario Rodríguez, delegado del Marena en el departamento de Rivas, dijo que se trataba de una ballena azul, el animal conocido más grande de la Tierra.
En su mayoría, estos majestuosos mamíferos marinos dominan los océanos con hasta 30 metros de longitud y 180 toneladas de peso. Solo su lengua puede pesar tanto como un elefante, y el corazón, como un automóvil.
Las ballenas azules tienen pocos depredadores, aunque se sabe que sufren ataques de tiburones y orcas, y muchas mueren o quedan heridas al chocar con grandes barcos.
En la actualidad, las ballenas azules están clasificadas como especie en peligro de extinción en la Lista Roja de la Unión para la Conservación Mundial.
El viernes 25 de enero del 2013, otra ballena también fue encontrada varada por pobladores de la Playa El Tamarindo, en el sector de las costas del Remanso, a 35 kilómetros al sur de San Juan del Sur, Rivas, pero afortunadamente esa fue salvada.
Las frescas aguas de las playas ubicadas en el municipio de San Juan del Sur no sólo atraen a miles de turistas por la calidad de sus olas, sino también a una variada cantidad de especies acuáticas migratorias que buscan sus ricos nutrientes y su tropical temperatura durante el verano.
Muy pocos turistas lo saben, pero a pocos metros de la bahía de San Juan del Sur uno puede toparse con dos interesantes tipos de cetáceos: las ballenas y los delfines.
Entre los meses de Noviembre y Marzo, estas especies visitan la zona para alimentarse y aparearse, lo cual representa una excelente oportunidad para su avistamiento, ya que con frecuencia ofrecen bellos espectáculos al vaivén de las olas del mar.