Un hombre de apellido Ochoa, de 32 años, se quitó la vida por la vía del envenenamiento en la comunidad El Golfo, localizada en el municipio de El Cuá, en el departamento de Jinotega.
Habitantes de la zona dijeron que el ahora occiso andaba triste porque su mujer lo abandonó y en medio de la depresión, se metió de lleno en el vicio del guaro.
De acuerdo con lugareños, la mujer de la víctima se cansó de la bebedera de Ochoa y finalmente se le fue de la casa.
En el interior del inmueble se encontró un escrito de dos páginas en el que Ochoa se despedía de su ex mujer y otros detalles que lo empujaron a las garras del suicidio.
Dentro de la casa también se descubrió una botella con líquido verde que contenía la última porción del veneno que utilizó Ochoa para privarse de la existencia.