En el hospital Lenin Fonseca se rindió ante la muerte un hombre de apellidos Espinoza Mendoza, de 57 años, luego de que se tomó dos tabletas para preservar granos básicos, agobiado por los constantes “bonches” con su mujer Suyén de los Ángeles Moreira, de 47 años.
Espinoza habitaba en el barrio Villa Guadalupe, en Managua, y poco antes de morir dijo que el problema con su mujer se debía a que ella lo acusaba de que parte de los productos desinfectantes que ambos comercializan en las calles, se los llevaba a los hijos ya adultos, que procreó con otra mujer.
Según el hombre, eso era falso al igual que los señalamientos que le hacía la Suyén de darle dinero a su ex mujer, versiones que quedarán para la posteridad, pues el hombre ya murió.