Varias culturas antiguas utilizaban la sangre menstrual por su poder regenerativo y su capacidad para sanar tejidos. Por ello, la sangre era considerada sagrada.
Las culturas antiguas dejaban secar la sangre y la hacían polvo que luego aplicaban sobre quemaduras o heridas, con lo que se creía, la sanación era mucho más rápida.
Los estudios actuales
Cryo-Cell International desarrolló un estudio para analizar los beneficios de la sangre menstrual y los resultados fueron sorprendentes.
Las células contenidas en este líquido podrían ayudar en el tratamiento de personas con osteoporosis, Alzheimer, Parkinson, accidentes cerebro vasculares, quemaduras de tercer grado y fracturas de huesos.
De acuerdo con Cyro-Cell, las células madre de la sangre menstrual “…tienen muchas propiedades y características similares a la médula ósea y a las células madre embrionarias, se multiplican rápidamente y pueden diferenciarse en otros tipos de células madre, tales como las neuronales, cardiacas y óseas”.