El consumo de café y su efecto en la presión arterial ha generado diversas creencias. Si bien la cafeína puede causar un aumento temporal en la presión arterial, este efecto varía según cada persona.
En algunos casos, las personas que consumen cafeína de forma regular desarrollan una tolerancia, mientras que en otras puede mantenerse un ligero aumento en la presión arterial con el tiempo. Por ello, es importante observar cómo reacciona cada individuo al consumo de café.
La razón exacta por la que la cafeína eleva la presión arterial no es del todo clara. Algunos expertos creen que la cafeína bloquea una hormona que ensancha las arterias, mientras que otros sugieren que aumenta la adrenalina, lo que provoca que la presión suba. Este efecto, aunque breve, puede ser más notable en personas que no suelen consumir cafeína.
Para quienes padecen de hipertensión, es recomendable consultar con un médico si es necesario reducir el consumo de cafeína. La Administración de Alimentos y Medicamentos de los EE. UU. sugiere que 400 miligramos diarios son seguros para la mayoría de las personas, pero si hay preocupación por los efectos en la presión arterial, se recomienda limitar el consumo a 200 miligramos al día.
Controlar la presión arterial antes y después de consumir cafeína es una forma práctica de evaluar si se es sensible a sus efectos. Si se nota un aumento de 5 a 10 puntos, podría ser recomendable moderar su ingesta o realizar ajustes graduales para evitar síntomas de abstinencia, como dolores de cabeza.