Con el apoyo del gobierno nicaragüense el sábado 28 de agosto se realizará un Festival de Música Folklórica en el Valle de Sarawasca, en la comarca Tomatoya, Jinotega, en homenaje a la labor desarrollada por Los Soñadores.
Los Soñadores de Sarawasca fueron fundados en 1972 por los no videntes Epifanio, de 30 años de edad, Ceferino, de 20 años, y el niño Mercedes, de 10 años, conocido como Merchito, vidente y guía de los dos músicos, quien con el tiempo también aprendió a ejecutar la guitarra.
Entre 1972 y 1976, los Soñadores de Sarawasca se presentaban en programas radiales de Jinotega y Ocotal, interpretando piezas folclóricas, cuando todavía ninguno de los dos había compuesto algo propio. Ceferino fungía como director del dúo, y dominaba exquisitamente el acordeón, el violín y la guitarra.
Todos nacieron en el Valle de Sarawasca. Epifanio el 12 de julio de 1942, hijo de Petronilo López Meza y Máxima Herrera Blandón; Ceferino el 26 de Agosto de 1952, su padre Gregorio Chavarría quién no lo reconoció, siendo criado por Mercedes Centeno Cruz y su mamá Cecilia Maura López Herrera, y Mercho medio hermano de Ceferino nació el 24 de septiembre en 1962, hijo de Mercedes Centeno Cruz y Cecilia Maura López Herrera.
En febrero de 1976, los doctores César Ramírez y Wilfredo Álvarez, miembros de Los Bisturices Armónicos, llegaron a Sacaclí, comarca ubicada al suroeste de San Rafael del Norte, Jinotega, acompañados por la periodista y poeta en ese entonces compañera Rosario Murillo y conocieron a Los Soñadores de Sarawasca.
César y Wilfredo llegaron para recopilar el tesoro musical de la región y organizar un Festival de Música Folclórica. El concierto de música tradicional se llevó a cabo en Sacaclí donde se presentaron duetos, tríos, solistas, cada uno llevó lo mejor de su repertorio, sobresaliendo los ritmos de polkas, mazurcas, zapateado, valses y jamaquellos.
El festival tuvo como ganadores a los Soñadores de Sarawasca con la pieza Flor de Pino, a la cual en 1977 un compositor le puso letra grabándola en un disco internacional titulado La Nueva Milpa.
El tema Flor de Pino se hizo famosa, y el maestro Alejandro Cuadra Director del Ballet Folclórico Macehuatl le creó una hermosa coreografía.
Después del Triunfo de la Revolución Sandinista se supo por medio de folcloristas e intelectuales estilianos que el verdadero autor de La Flor de Pino era Doroteo Flores, un humilde compositor y jardinero del Estadio de Béisbol de Estelí, quién falleció en el año 2003 a los 69 años de edad.
En el primer período de la Revolución, Los Soñadores de Sarawasca se destacaron en brigadas culturales, presentación de la Misa Campesina, festivales artísticos en Costa Rica, recorrieron el país con sus canciones y recopilaciones, y ya Ceferino había compuesto su primera canción “Chavala de Tomatoya”.
Grabaron en la Empresa Nicaragüense de Grabaciones Culturales, ENIGRAC un Long Play titulado “Cantos de Tierra adentro”. En 1990 con la llegada de los gobiernos neoliberales, el trío sufre una decaída por la falta total de apoyo a la promoción de la cultura popular.
Ceferino Centeno López murió el 14 de julio de 1993, a los 41 años de edad, por complicaciones renales, dejando en la orfandad a cinco hijas. En tanto Epifanio y Mercedes se dedicaron a trabajar en tierras alquiladas.
Desde el 2007 con el Triunfo del Comandante Daniel Ortega, Los Soñadores de Sarawasca resurgieron en un dueto integrado por tío y sobrino, Epifanio y Merchito.
Hoy Epifanio se ha convertido en un compositor y recopilador de canciones patrióticas dedicadas al General Sandino y Merchito divulga la música folclórica de los campesinos en un programa radial. Entre los dos han recopilado 60 piezas folclóricas y 20 temas de autoría propia.
Sin ninguna duda Epifanio López Herrera y Mercedes Centeno López son tesoros vivos de la cultura popular nicaragüense y un orgullo nacional que enaltece la identidad musical. El homenaje a su trabajo cultural se realizará en el Valle de Sarawasca, el próximo 28 de agosto.
