La policía portuguesa tuvo que intervenir un campo de fútbol para detener un altercado producido este domingo en Portugal, durante el inicio de un partido de la cuarta división de ese país.
Las acciones del duelo se encendieron cuando Marco Gonçalves del club Canelas 2010, golpeó en el rostro a un defensor del equipo Río Tinto, por lo cual el árbitro central le mostró tarjeta roja directa.
Ante esta acción, Marco elevó su furia y le asestó un potente rodillazo al árbitro en el rostro, lo que le provocó una fractura nasal que debió ser atendida a través de cirugía inmediata en un hospital de la localidad.
La franquicia Canelas 2010 está conformada por hinchas del Oporto de la primera división y cuenta con antecedentes de violencia, pues en diciembre pasado 12 equipos lo acusaron de tal situación y pidieron no enfrentarlo durante el torneo.
