Piden 25 años de cárcel para degenerado que lesionó y violó a menor en barrio Sol de Libertad

Una pena de 25 años de cárcel pidió la Fiscalía para Marvin Antonio Mejía Centeno, quien también dice llamarse Marvin Antonio Robleto Mejía, de 30 años de edad, quien este jueves admitió ante una jueza que la tarde del lunes pasado lesionó y ultrajó sexualmente a una menor de 14 años en su casa localizada en el barrio Sol de Libertad, en la zona oriental de Managua.

Previo a la audiencia preliminar, el sujeto, quien tiene el alias de “El Chele Piedrero” por su adicción al crack, reconoció ante los periodistas que ultrajó sexualmente y lesionó a la menor mientras andaba bajo los efectos de las drogas y señaló que no pide perdón porque eso no le servirá de nada.

Tras conocer la acusación efectuada por la Fiscalía y que el procesado admitió los delitos cometidos, la doctora María Fabiola Betancourt, Jueza Primero de Distrito Penal Especializado en Violencia de Managua, le dictó prisión preventiva y programó lectura de sentencia para el próximo 26 de octubre a las dos de la tarde.

“El Chele Piedrero” fue capturado a las seis de la mañana del martes en el sector del mercado Roberto Huembes, después de ser localizado en el cauce del barrio Isaías Gómez, por gente que lo buscaba con palos y machetes.

Según pobladores del barrio Sol de Libertad, hace un mes el sujeto fue contratado por la madre de la niña para que le cambiara el techo de la casa, pero cuando le dieron dos mil córdobas para comprar unos materiales huyó con el dinero, además de robar cuatro láminas de zinc.

El pasado lunes, “El Chele Piedrero” reapareció después de mediodía a la casa donde la niña estaba sola estudiando y al ingresar la agredió a puñetazos, le quebró un brazo, un diente, la nariz y le reventó un pómulo, causándole sangrado del ojo izquierdo.

Cuando la niña intentó huir hacia el patio, el desalmado la arrastró, la pateó y la desmayó. Luego la llevó a la cama de la mamá donde la amarró para saciar sus salvajes instintos, y antes de huir, la ató de los pies y le metió trapos en la boca para que no gritara.

Cuando los vecinos la encontraron a las 5:30 de la tarde, la niña aún estaba atada, tirada en un charco de sangre y presentaba golpes por todos lados. La menor fue ingresada al hospital infantil La Mascota donde se le contuvo la hemorragia y se le estabilizó.

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