Este lunes, Monseñor Fortunatus Nwachukwu, Nuncio Apostólico de la Santa Sede, dijo adiós a Nicaragua, tras casi 5 años de cumplir su misión diplomática en representación del Papa Francisco.
Desde el Aeropuerto Internacional Augusto C. Sandino, Nwachukwu agradeció al pueblo y Gobierno de Nicaragua por la acogida brindada durante todo el tiempo que estuvo en el país, desde el 18 de febrero de 2013.
El religioso dijo que pudo notar que en Nicaragua hay gente creyente, con mucho fervor, fe y amor a Jesucristo, su Madre y la Iglesia que dejó.
Mencionó que conoció a un pueblo luchador que tiene su historia y quiere levantarse, emprender el camino para seguir adelante y no dejarse echar atrás.
“Yo he visto en mis 5 años avances en la lucha contra la pobreza. Hay siempre espacios para hacer mucho más, poder mejorar. Tenemos que reconocer cuando hay avances”, refirió.
Agregó que algunos de los avances que pudo vivir es a nivel de infraestructura, sobre todo vial y en telefonía celular.
A la vez, expresó que su deseo “al país, es mayor compromiso en el campo del diálogo y la paz”.