Levantarse muy temprano y ser la última en acostarse es la misión de toda madre como Doña Silvia Elena Castellón, quien se siente satisfecha de haberse esforzado para sacar adelante a sus tres hijos.
Doña Silvia, de 53 años de edad, se las vio de pelitos porque sus compañeros de vida la abandonaron, pero eso no fue impedimento para fajarse y enfrentar la tempestad.
Para poder navegar su velero, como dice Doña Silvia, se instaló en el mercado Roberto Huembes con su rosticeria, años más tarde puso su pupuseria y desde hace 25 años tiene su tramo de artesanías en ese Centro de Compras Popular.
Por momentos me sentí abatida pero mis hijos me dieron el impulso para luchar en esta vida, ellos me enseñaron que no hay límites para criar, tener un trabajo propio y ser constante, compartió la orgullosa madre.