Durante el segmento de alto nivel de la COP-21, el compañero Paul Oquist, en representación de nuestro país, ratificó la posición de Nicaragua de exigir “indemnizaciones directas e incondicionales para todas las consecuencias del cambio climático que estamos sufriendo los países en desarrollo”.
Oquist ratificó que el cambio climático y sus consecuencias tienen su origen en las responsabilidades históricas de las naciones desarrolladas, que son las que actualmente emiten mayor cantidad de CO2 a la atmósfera.
Aplicando el principio de responsabilidades comunes pero diferenciadas (CBDR), estas naciones “deben reconocer nuestras pérdidas y contribuir para restituir el derecho a la salud y a la vida de la Madre Tierra y de los pueblos del mundo”.
El representante nicaragüense explicó que nuestro país no presentó una INDC, debido a que estas son un “caballo de troya” que buscan eximir a los grandes emisores de sus responsabilidades históricas.
“Las responsabilidades universales y las INDC son el equivalente ecológico del rescate de los bancos y pasar la cuenta de la crisis a los trabajadores y jubilados. En este caso es rescatar al modelo de producción, consumo, finanzas y estilo de vida insostenible por algunos años y pasar la cuenta a los agricultores, ganaderos, pescadores, indígenas, pobres, economías y países enteros vulnerables a un mundo de 3 grados promedio mundial, y de 4 y 5 grados de alzas reales en los países del trópico”, afirmó Oquist.
Nicaragua también pidió la participación de China Taiwán y sus 23.4 millones de habitantes en las Conferencias de las Partes.
“Sentimos la ausencia sí de representantes de los 23.4 millones de habitantes de China Taiwán y sus contribuciones en la lucha contra el cambio climático y solicitamos su participación en las Conferencias de las Partes”.
A continuación, la intervención íntegra del compañero Paul Oquist:
INTERVENCIÓN DE LA REPÚBLICA DE NICARAGUA
A LA
CONFERENCIA DE LAS PARTES DE LA CONVENCIÓN MARCO DE NACIONES UNIDAS SOBRE CAMBIO CLIMÁTICO (COP-21)
París, Francia
7 de diciembre de 2015
Dr. Paul Oquist Kelley
Jefe de Delegación COP-21
Ministro
Secretario Privado para Políticas Nacionales
Presidencia de la República de Nicaragua
Muchas Gracias Señor Presidente-
Agradecemos al Gobierno y al pueblo de Francia por organizar esta reunión y por su hospitalidad. Extendemos un saludo fraternal del Presidente de Nicaragua, Comandante Daniel Ortega Saavedra, y del pueblo de Nicaragua a todas y todos los presentes.
Sentimos la ausencia sí de representantes de los 23.4 millones de habitantes de China Taiwán y sus contribuciones en la lucha contra el cambio climático y solicitamos su participación en las Conferencias de las Partes.
También exigimos que las decisiones de la Convención tengan muy en cuenta la ciencia y así se reconozca la alta vulnerabilidad de Centroamérica y la necesidad de indemnizaciones para hacer frente a los desafíos que cada año representa el cambio climático para nuestra región.
En su mensaje a la 70 Asamblea General de Naciones Unidas octubre pasado, el Presidente Ortega señaló que: “Los emisores y responsables de la depredación, la degradación y los desajustes deben reconocer nuestras pérdidas y contribuir para restituir el derecho a la salud y a la vida de la Madre Tierra y de los pueblos del mundo”.
Así, Nicaragua exige indemnizaciones directas e incondicionales para todas las consecuencias del cambio climático que estamos sufriendo los países en desarrollo; provenientes de los países que han causado el fenómeno de acuerdo a sus responsabilidades históricas y aplicando el principio de responsabilidades comunes pero diferenciadas (CBDR), con los países afectados recibiendo las indemnizaciones según sus necesidades.
Estos incluyen cada vez más grandes necesidades de adaptación; prevención, mitigación y atención de desastres, pérdidas y daños, así como de mitigación. CEPAL después de la depresión tropical 12E en 2011 nos informó que nuestras necesidades de rehabilitación y adaptación al cambio climático son de US$1.9 mil millones, una cifra más o menos igual a nuestros ingresos fiscales dicho año. Con nuestros propios recursos hemos reconstruido carreteras, caminos y puentes y un asentamiento humano para mil familias internamente desplazadas. No obstante, en la actualidad y en el futuro necesitamos recursos nuevos y adicionales por medio de las indemnizaciones por parte de los países causantes de la principal amenaza a nuestros avances y limitante a nuestro potencial de desarrollo.
¡Cuidado renuncian a sus derechos de exigir compensación! ¿Para qué sirve entonces un mecanismo de adaptación o pérdidas y daños que no tiene compensación o indemnización?
Su Santidad el Papa Francisco ha dicho en la Encíclica Laudato Sí que: “Sigue siendo cierto que hay responsabilidades comunes pero diferenciadas, sencillamente porque, como han dicho los Obispos de Bolivia, los países que se han beneficiado por un alto grado de industrialización a costa de una enorme emisión de gases invernaderos, tienen mayor responsabilidad en aportar a la solución de los problemas que han causado”.
Nicaragua defenderá nuestra Convención, no aceptamos que se re-escriba, ni se re-interprete. Las responsabilidades históricas son parte integral de la Convención de Cambio Climático que estamos defendiendo. El concepto de “responsabilidades universales” y las Contribuciones Previstas Nacionalmente Determinadas (INDC) están diseñadas para desaparecer las “responsabilidades históricas” y las CBDR, con la noción que todos somos igualmente responsables.
¿Se siente Nicaragua responsable por el cambio climático con las 4.8 toneladas de CO2 equivalentes, o sea 0.03% de las emisiones globales? La respuesta es No. ¿Si hemos hecho algo acerca del caso? La respuesta es Sí. Hemos ido de 25% de energía renovable en 2007 al 52% renovable el año pasado y vamos a llegar al 90% en 2020 financiado por US$2.9 mil millones en inversión extranjera directa; la reducción de 2.1 millones de CO2 en 2014 debido a la conversión a la energía renovable, o sea, nuestras emisiones habían sido 6.1 millones en lugar de 4.8 millones sin la transformación de la matriz energética; vamos a reducir CO2 forestal en 11 millones de toneladas en los próximos 5 años con US$55 millones de incentivos para inversiones como parte del Forest Carbon Partnership y vamos a reforestar 2.9 millones de héctareas de tierra degradada como parte de la iniciativa 20×20 para América Latina. Finalmente, el Gran Canal Interoceánico va a reducir anualmente 32.5 millones de toneladas de CO2 equivalente a la cuenta del comercio marítimo mundial al llegar al 5% del comercio mundial.
Todas estas acciones de Nicaragua son resultado de nuestros propios esfuerzos y recursos.
¿Sí Nicaragua tiene un cuadro tan brillante en CO2 equivalentes por qué no ha presentado una INDC? Por las siguientes razones:
1) Es un caballo de Troya para matar las CBDR y eximir a los grandes emisores de sus responsabilidades históricas;
2) Las responsabilidades históricas son la única manera de resolver el dilema que enfrentamos. Los 20 países de mayores emisiones acumulan 78% de las emisiones y 76% del Ingreso Nacional Bruto mundial. Sólo ellos tienen el CO2 y los recursos para poder aumentar ambición suficiente para frenar la subida de partes por millón de Gases de Efecto Invernadero (GEI).
3) Las INDC no funcionan. El ejercicio de 2015 de las INDC no restringe el alza de la temperatura a 1.5 grados C. como queremos nosotros, o 2.0 grados, como quieren otros.
4) Para 2030 las INDC nos llevarán a 55 giga toneladas de CO2 equivalente hacia una trayectoria de 3 grados y no a las 40 giga toneladas necesarias para una trayectoria de 2 grados. Proponemos al Panel Científico de Cambio Climático (IPCC) calcular también el camino a 1.5 grados C.
Tampoco va a mejorar esta situación hacer un examen (“stocktaking”) en 5 años u otro ejercicio INDC. ¿Por qué?
1) Si el nivel actual de ambición de la acción es de 3 grados se les va a llevar más cerca de 3 grados en 5 o 10 años y no más cerca de 2 grados.
2) Un 25% de los compromisos voluntarios de los países en desarrollo son condicionados en financiamiento y como no se vislumbra este financiamiento en ninguna parte, va a haber sub-ejecución.
3) Los bajos niveles de ambición de los países de más altas responsabilidades históricas que nos ha llevado a un resultado de 3 grados presagia sub-ejecución por parte de ellos.
Todos decidiendo lo que se quiere hacer y sumarlo es muy cómodo, pero no funciona. Es el permiso a los grandes emisores de seguir logrando beneficios económicos a través de fuertes emisiones y pasar los costos a los países en desarrollo.
También es un nuevo mecanismo de control que violará nuestra soberanía nacional sobre nuestras estrategias de desarrollo sin poder influir aquellas de los países desarrollados, o sea un eco-neo colonialismo o eco-imperialismo.
Las responsabilidades universales y las INDC son el equivalente ecológico del rescate de los bancos y pasar la cuenta de la crisis a los trabajadores y jubilados. En este caso es rescatar al modelo de producción, consumo, finanzas y estilo de vida insostenible por algunos años y pasar la cuenta a los agricultores, ganaderos, pescadores, indígenas, pobres, economías y países enteros vulnerables a un mundo de 3 grados promedio mundial, y de 4 y 5 grados de alzas reales en los países del trópico.
El Presidente Kim del Banco Mundial ha descrito las consecuencias de ese mundo en el documento “Bajemos La Temperatura”: «escenarios devastadores con inundaciones costeras; aumento de los riesgos relativos a la producción de alimentos que podrían dar lugar a las tasas más altas de malnutrición; en muchos casos, las regiones secas como Centroamérica, se volverían más secas y las húmedas, más húmedas; olas de calor sin precedentes en muchas regiones; aumento de la frecuencia de ciclones tropicales de gran intensidad, y pérdida irreversible de biodiversidad, incluidos los sistemas de arrecifes de coral».
La pérdida de biodiversidad se calcula en 30% de las especies en peligro. La Organización Mundial de Salud calcula entre 40 y 70,000 muertes anuales adicionales en África para 2030 debido al cambio climático, principalmente debido a malaria y diarrea.
Nicaragua no quiere ser cómplice en la muerte y destrucción que implica un mundo de 3 o más grados.
La motivación detrás del bajo nivel de ambición ha sido identificada con claridad por Su Santidad Papa Francisco:
“Un capitalismo salvaje ha enseñado la lógica de las ganancias a cualquier costo, de dar con el fin a conseguir sin pensar en la explotación de las personas (…) y vemos los resultados en la crisis que estamos viviendo. El ser humano está en “peligro” y en el mundo no manda el hombre sino el dinero”.
«Así como el mandamiento de ‘no matar’ pone un límite claro para asegurar el valor de la vida humana, hoy tenemos que decir no a una economía de la exclusión y la desigualdad. Esa economía mata».
Muchas gracias.