Nicaragua ha recurrido a La Haya inspirada en el principio de Sandino de defensa de la Soberanía Nacional

Cuando en 1983 el doctor Carlos Argüello fue designado por el Comandante Daniel Ortega Saavedra para interponer una demanda en La Haya contra los Estados Unidos, estaba claro que este sería un nuevo frente de lucha por la soberanía e independencia de Nicaragua.

Argüello, actual embajador de Nicaragua en La Haya, indicó que la misión era continuar la lucha emprendida por el General Sandino, de quien este 21 de febrero se cumplen 83 años de cobarde asesinato.

En entrevista con el periodista Alberto Mora Durán, del programa En Vivo, de Multinoticias, Canal 4, el diplomático dijo recordar con agrado aquel año de la década del ochenta cuando estuvo reunido con Daniel y con el padre Miguel D’Escoto, quienes le encomendaron viajar a Holanda y presentar la histórica demanda contra las agresiones del Imperio.

“En ese momento lo que estaba de por medio no era nuestra soberanía territorial sino la propia sobrevivencia de Nicaragua y los nicaragüenses. Estábamos en medio de unos ataques espantosos que tal vez es bueno recordarlos porque la juventud, los menores de 40 años, no tenían uso de razón cuando sucedieron todos estos hechos”, explicó.

En este sentido, señaló que aparte del bloqueo de préstamos en los organismos multinacionales, se había entrado a ataques militares a través de terroristas argentinos que vinieron a entrenar a nicaragüenses para «poner minas en los puertos nuestros contra todos los reglamentos y todas las leyes internacionales habidas y por haber».

Recordó que eso escandalizó al mundo entero. «Fue de los puntos que escandalizó a la mayoría de las naciones del mundo, sobre todo a todas las naciones que comercian por el mar, porque iba contra todos los principios estar minando puertos sin dar aviso internacional para ello”, indicó.

«Incluso se llegó hasta la burla, de que el Presidente Reagan decía: si eran unas minas chiquitas”, subrayó, enfatizando en que los Estados Unidos «nunca desconocieron el hecho de haber minado los puertos, ni haber hecho las otras atrocidades”.

Recordó que la Corte Internacional de Justicia en su sentencia condenatoria evaluó el manual “Operaciones Psicológicas en Guerra de Guerrillas”, elaborado por la CIA.

«El prefacio de este documento que la Corte lo cita textualmente dice que es un manual para ser aplicado para caso concreto de la cruzada ‘cristiana y democrática’ que están librando en Nicaragua los comandos de la libertad», refiere. No obstante, Argüello señala que dicho manual entre sus capítulos tenía uno donde se abordaba el «terror implícito y explícito» que incluía el asesinato de los policías y los jefes de los CLS. Para ello incluso se hablaba de contratar criminales profesionales.

La idea era crear miedo dentro de la misma población.

«Es decir es un manual de terror que la Corte lo encontró espeluznante y lo escribe y lo cita en detalle”, manifestó Argüello.

Siguiendo los pasos de Sandino

El letrado aseguró que cuando Nicaragua recurrió a la Corte para enfrentar a Estados Unidos no estaba más que siguiendo los pasos del General Sandino.

“Entonces siguiendo los pasos del General Sandino de defender nuestra soberanía con todas las armas posibles, una de ellas era el arma jurídica, y por eso procedimos a la Corte (donde) fue acogida nuestra demanda”, dijo a la vez que subrayó que esa fue una de las noticias más importantes de esos días”, aseguró.

Afirmó que si bien eso no detuvo la guerra contra Nicaragua, sí se vio el impacto político, a tal punto que Estados Unidos evitó hacer en Nicaragua lo que había hecho poco antes con la isla de Grenada.

“Obviamente la pobre isla de Grenada de 90,000 habitantes no era comparable con la NicaraguaSandinista”, refirió.

“Esa instancia y esa decisión de haber recurrido a la Corte Internacional creo que fue muy importante para haber logrado la paz en nuestra región”, aseguró.

Nicaragua seguirá adelante

Argüello destacó que posteriormente vinieron los casos contra Colombia, Honduras y Costa Rica.

En el caso de Colombia, señaló que el tratado Bárcenas-Esguerra, por el cual se le regaló al país sudamericano San Andrés y Providencia, se dio se dio en el contexto de la intervención de Estados Unidos en Nicaragua durante la lucha del General Sandino.

Manifestó que al ejercer el derecho al reclamo, “logramos por lo menos adquirir de regreso buena parte de nuestro territorio marítimo que fue un importante avance, y a pesar de que Colombia ahora no quiere reconocer la sentencia, está obligada internacionalmente a hacerlo. Nosotros continuamos con la Corte y vamos a ir hasta el fin con ese asunto”.

“Hemos tenido una serie de situaciones frente a la Corte Internacional que para mí simbolizan la defensa de la soberanía de Nicaragua que es una continuación que ahora está haciendo el Presidente (Daniel) Ortega y la Compañera Vicepresidenta (Rosario Murillo) en estos años últimos. Y las instrucciones que tengo de parte de ellos han sido de seguir adelante y defender nuestra soberanía con todas las reglas del derecho en la mano”, enfatizó.Aquel simbólico 21 de febrero de 1984

Argüello recordó que llegó a Holanda el 31 de enero de 1984 y que presentó credenciales 10 o 15 días después, para posteriormente el 21 de febrero, en el cincuentenario del asesinato de Sandino hacer su primer acto público en ese país.

“Para mí eso simboliza la labor de defensa de la soberanía que se me había mandado a hacer acá en Holanda y que sigo ejecutando bajo las órdenes del Presidente y la Vicepresidenta. El general Sandino siempre habló de la defensa de la soberanía nacional y una forma, la defensa jurídica que es la que venimos haciendo, pero con las armas del derecho en la mano, es las que tenemos aquí en nuestra lucha en la Corte Internacional de Justicia, pero es obviamente una continuidad, serían las mismas instrucciones que si el General Sandino estuviera vivo y estuviera mandando en Nicaragua, son las mismas instrucciones que me estaría dando el General Sandino”, aseguró el embajador de Nicaragua en La Haya.

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