El 86º aniversario del natalicio del comandante de la Revolución Sandinista, Tomás Borge Martínez, fue celebrado en Lima, Perú, con una hermosa Misa Campesina Nicaragüense, con la cual también se festejó el 90 cumpleaños del líder de la Revolución Cubana, Comandante Fidel Castro Ruz.
A este encuentro colectivo, impulsado por la Embajada de Nicaragua en el Perú, en la persona de su embajadora Marcela Pérez Silva, se unieron los jefes de Misión de la República de Cuba, Sergio González; de la República Bolivariana de Venezuela; y de la República de Guatemala, Verónica Araujo, así como funcionarios diplomáticos, congresistas, líderes políticos, religiosos, luchadores sociales, representantes de medios de comunicación, intelectuales, artistas, amigos y público en general.
La Misa Campesina Nicaragüense, compuesta por Carlos Mejía Godoy y los Talleres de Sonido Popular en 1976, fue interpretada por las armoniosas voces de la embajadora Pérez Silva (viuda del comandante Borge) y de Magali Luque, acompañadas por los talentosos músicos Ricardo Villanueva en la guitarra, Armando Becerra en los teclados, arpa andina y acordeón, y Hugo Bravo en la percusión.
La jubilosa ceremonia, que combina géneros musicales como la mazurca, el son nica, los sones de pascuas, son de toros, y las tonadas más representativa del folklor de Nicaragua, se desarrolló en la Iglesia Santa María Magdalena, joya de la arquitectura colonial peruana de “deslumbrante riqueza ornamental interior”, que fue construida en 1557.
Sendos retratos de Tomás y Fidel pintados por Oswaldo Guayasamín, flanqueaban el altar. Frente a ellos vibraron los corazones de los presentes, rememorando el espíritu combativo de los dos líderes revolucionarios latinoamericanos.
El comandante Hugo Chávez llamó a Tomás el «Infinito Combatiente”, dijo que era la «Gran Conciencia Nuestromericana” y lo consideró un ser “luminoso y entrañable”.
De igual manera se conoce la admiración y hondo afecto del estadista bolivariano hacia Fidel, de quien se expresó numerosas veces, como cuando señaló: “La dignidad cumplió 84 años. La presencia de Fidel, su gigantesca estatura intelectual y humana ha sido un poderoso motivo de alegría para nuestros pueblos”.
Así fueron recordados en el Perú estos dos gigantes, patriotas de América, referentes revolucionarios del mundo.