Entre mangos, jocotes y bananos, con una agradable sonrisa y amabilidad, Mariana Molina García, de 54 años, desde hace 32 años, se gana la vida en las afueras del Colegio Luxemburgo en la colonia 10 de Junio.
De lunes a viernes y desde las cuatro de la mañana, la jornada comienza con las compras de las frutas frescas y jugosas, en el mercado Oriental, luego llega a las afueras del centro educativo para ofrecerlas a los alumnos.
Esta disciplina de trabajo, le ha permitido a doña Mariana Molina García, contribuir a la manutención de sus cinco hijos, tres mujeres y dos varones, quienes han cursado carreras técnicas y acceder a puestos, en hoteles y centro de producción de gaseosas.
“No me importa si llueve o si el sol esta inclemente, porque busco como capearme y así cumplir con los niños y niñas, que buscan sus frutas a la hora que suena el timbre de receso o de salida”, comenta la madre abnegada.
Mariana Molina García y su compañero de vida, Julio Silva Balmaceda, de 62 años, habitan en el barrio Las Jaguitas, zona sur de Managua, donde todas las mañanas y noches, sus vecinos y conocidos les saludan y reconocen su labor a favor de la familia.