El pueblo católico de León celebró una vez más la Gritería Chiquita o de Penitencia, tras 70 años de tradición y devoción a la Asunción de María en pago de la promesa que se hiciera el 14 de agosto de 1947.
Monseñor Bosco Vivas, durante su oración a la Virgen, pidió por la Unidad de las familias nicaragüenses e hizo el llamado a celebrar los 70 años de la tradicional Purísima Chiquita en paz por las calles de la ciudad y enseguida dio el grito de ¿Quién causa tanta alegría?…. ¡La Asunción de María!
Seguidamente, los leoneses se desbordaron a las calles de la ciudad e iniciaron su recorrido casa a casa en búsqueda de la gorra de la Purísima.
En tanto, otras familias que se apostaron afuera de la Catedral de la Asunción de María, los asistentes disfrutaron de los bailes de representativos como la Gigantona y su enano cabezón, y la tiradera de pólvora.
La tradicional celebración de la Asunción de María también se vivió en los municipios de los departamentos de Granada, Carazo, Masaya y Managua.
Tal es el caso de doña Carla Margarita Membreño Gaitán, habitante del barrio Monseñor Lezcano de capital, que tiene 29 años de celebrar la Purísima Chiquita, en pago de una promesa a la Virgen por haberle sanado a un hijo.
El 14 de agosto de hace 70 años el pueblo católico de León pidió a la Virgen Asunción de María que los librara de la erupción del volcán Cerro Negro, lo que se constituyó desde esa fecha en la Gritería de Chiquita o de Penitencia y para lo cual el fervor mariano y devoción sigue latente no solo en la ciudad Metropolitana, sino en otros municipios del país y fuera de Nicaragua.