“La celebración de la Purísima debe de llenarnos de un fervor muy particular, la semejanza de ese ardor con que la Virgen experimentó su tránsito por la tierra y lo manifestó hacia los demás hacia los demás en un excesivo amor hacia su hijo amado”, expresó el párroco José Luis Montoya.
El líder religioso reconoció que los fieles “con fervor, fe, gozo y esperanza los nicaragüenses celebran a la Purísima Concepción de María. Anualmente la celebramos y diario la recordamos”.
“El inicio de la celebración de la Purísima debe de llevarnos a todos a un compromiso a todos los nicaragüenses, de que con los rasgos maternales de María, nosotros aprendamos a amar a nuestros semejantes”, manifestó el padre de la Iglesia San José Obrero.
“María nos convoca a compartir con los demás y hacer de nuestra Nicaragua un verdadero estado armónico y de efervescencia cristiana”, exhortó el padre José Luis Montoya.