Un grupo de 81 migrantes nicaragüenses (72 hombres y 9 mujeres) arribaron la tarde de este miércoles al Aeropuerto Augusto C. Sandino, tras ser deportados por el Gobierno de Estados Unidos.
A diferencia de los migrantes cubanos, a quienes los ampara la política yanqui de Pies Secos/Pies Mojados y la Ley de Ajuste Cubano (ambas motivadas por el bloqueo contra la isla y los infructuosos intentos de acabar con su Revolución), los migrantes nicaragüenses, en calidad de ciudadanos centroamericanos, no tuvieron suerte, y fueron repatriados sin gozar de mayores garantías.
Sumado a esto, al menos 61 emigrantes, quienes viajaron al norte en busca de trabajo honrado, fueron deportados por los Estados Unidos, en un solo vuelo con otros 20 inmigrantes que habían cometido delitos graves, exponiendo de esta forma su seguridad.
EE.UU. expone a mayor riesgo a repatriados
Como norma de seguridad, las autoridades nicaragüenses, darán seguimiento a estas 20 personas repatriadas que han cometido delitos, de acuerdo a las leyes del país. Sin embargo los demás inmigrantes deportados, aseguran que con esta medida, Estados Unidos ha violentado sus derechos humanos.
Para el ciudadano capitalino, Omar López, quien fue repatriado, esta medida que tomó el Gobierno de Estados Unidos es totalmente injusta.
“Estados Unidos no tiene por qué poner en riesgo nuestras vidas. El protocolo que debieron ejercer es enviar en un vuelo aparte a las personas que cometieron delitos, y a nosotros enviarnos en otro avión”, sostuvo.
Para este ciudadano nicaragüense, Estados Unidos ve a los inmigrantes con una conducta totalmente racista.
“Es totalmente terrible. Estados Unidos es un país totalmente racista, no nos quieren. Aquel que quiera irse mejor que ni se mueva de su país. Aquí somos libres, somos dueños de nuestra tierra, y no hay por qué andar buscando en otro lado lo que no hemos perdido”, manifestó.
López relató que en busca de este falso sueño americano, lo que la gente encuentra es realmente una pesadilla.
“Se atraviesan miles de cosas, peligro, hambre, secuestro; no le aconsejo a nadie que vuelva a ese país racista”, señaló.
Sufrieron torturas físicas y psicológicas
Indicó que las autoridades de Migración de Estados Unidos, les aplican torturas psicológicas; los atan con cadenas en pies y manos, y los miran con desprecio.
Por su parte, Rommel Flores, poblador de Nueva Segovia, explicó que también se expusieron a maltratos terribles, al ser atrapados por Migración.
“Gracias a Dios estoy bien, y he venido a mi país con muchas ganas de salir adelante. Pienso trabajar por mi familia, por mis hijos. Luchar desde mi país, y no ir a otro lado a pasar hambre y sed”, manifestó.
Agradecen recibimiento en Nicaragua
Flores agradeció al Gobierno Sandinista, por enviar a las brigadas solidarias de la Dirección General Consular del Ministerio de Relaciones Exteriores, quienes les dieron un caluroso recibimiento.
“Nos recibieron con comidas, con un viático de transporte, nos dieron medicinas, y nos van a llevar hasta nuestras casas”, manifestó.
La pobladora de Chontales, Ana Pérez Molina, agradeció a Dios estar sana y salva en Nicaragua, tras haber sobrevivido a ‘la pesadilla gringa’.
“Estoy sana y salva, que es lo mejor. Estuve en Estados Unidos, y no es nada bonito. Allá el que es latino sufre mucho, lo tratan muy mal”, sostuvo.
Explicó que todo migrante, se expone a la muerte, al tratar de cruzar la frontera, “se muere en el desierto, en el río, en cualquier lugar”.
Política yanqui es injusta con centroamericanos
Esta ciudadana, también criticó la política que tiene Estados Unidos, en relación a amparar, por razons políticas enmarcadas en el bloque contra la isla, a los inmigrantes cubanos, y hacer a un lado a los inmigrantes centroamericanos.
“Es malo lo que promueve Estados Unidos con su política, que solo a los cubanos le dan oportunidad, y a los centroamericanos nos ven como nada. No veo que se algo justo, y más bien promueven la desigualdad”, manifestó.
Los inmigrantes, reiteraron su agradecimiento al Gobierno de Nicaragua, por acogerlos una vez más en su patria, donde ahora lucharán y podrán pasar una Navidad y Fin de Año en el seno del calor familiar.