La vicepresidenta compañera Rosario Murillo, saludó a todas las familias nicaragüenses este 24 de diciembre a pocas horas de la Nochebuena y recordó que Navidad es un tiempo para renovar amor y paz.
La compañera Rosario Murillo, también agradeció a las familias “por esa buena voluntad que sabemos, conocemos, sentimos y que, con toda seguridad, de la mano de Dios va creciendo”.
“Queremos agradecer a todos los hermanos, hermanas de todos los ámbitos que nos han escrito saludando esta Navidad en Sol de Libertad, Navidad en Paz y Buena Voluntad; esta Navidad que vivimos gracias a la misericordia de Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo, que nos ha bendecido y nos sigue bendiciendo con la restauración de la Paz, de la seguridad, tranquilidad, el derecho al trabajo, que nos ha bendecido y nos sigue bendiciendo con calma, después de las tormentas”, expresó.
“Agradecemos infinitamente todas esas palabras de aliento y de unidad. Sentimos en cada mensaje la fuerza de la fe y la esperanza. Sentimos y nos convencemos de estar cada vez más unidos, animados y alentados por la fuerza espiritual que ha venido creciendo y que nos ha llevado a recuperar cariño, encuentro y cultura de Paz, esa cultura que hemos tenido y que debemos trabajar, seguir trabajando cada día para avanzar cultivando y cosechando bendiciones y victorias en nombre de Jesús”, añadió.
La vicepresidenta expresó un “profundo agradecimiento a Dios nuestro Señor, porque somos un pueblo bueno, un pueblo que camina, que lucha, que renueva su fe todos los días, en amor victorioso”.
Asimismo, dio gracias a las familias nicaragüenses “por esa buena voluntad que sabemos, conocemos, sentimos y que con toda seguridad de la mano de Dios va creciendo”.
“Nicaragua está consagrada a Cristo Jesús y a María su madre. Nicaragua es cristiana, es amorosa y generosa. Vivimos de fe, amor y esperanza, Nicaragua está hecha para la vida, para la gloria, para la fraternidad, para la prosperidad. Nicaragua con alegría reconoce al Salvador y Redentor del Mundo y en su nombre empezamos y cerramos cada día, dando gracias e invocando todo lo mejor para todos, para todas las familias y todas las comunidades”, aseguró.
La vicemandataria también dijo que debemos agradecer a nuestros seres queridos, pero en otro plano de vida. “Nuestro corazón (está) también agradecido por todo lo que nos dieron y todo lo que nos dejaron. Los recordamos, los tenemos aquí con nosotros”.
“Y a quienes perdimos hermanos, familiares, compañeros, amigos en los meses de oscuridad, la certeza en la Palabra de Dios, cuando nos dice Jesús en Juan 8:12: ‘Yo Soy la luz del mundo, el que me sigue no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida.’ Estamos entonces cada día siguiendo a Cristo Jesús, alabándole y gozándonos en el Dios de nuestra salvación”, dijo la compañera Rosario Murillo.
En su mensaje, la compañera Rosario Murillo dio lectura a citas de los evangelios y otros libros de la Santa Biblia, que hacen referencia al Mesías y su misión en la tierra.
“Y otra vez cuando introduce al primogénito en el mundo, dice Dios: ‘Adórenle todos los ángeles. Y este es su mandamiento, que creamos en el nombre de su Hijo Jesucristo y que nos amemos unos a otros como nos lo ha mandado’” (Juan 3:23).
“Ese es el mandato que tenemos entre nosotros, amor y esperanza, amor y reconocimiento de nuestro Salvador, de nuestro redentor. Vida Eterna, amor, amor y Paz. Recordemos que Jesús nos dice: Yo soy la Luz del mundo. No andaremos en tinieblas porque le seguimos y tendremos la luz de la vida. Luz, vida y verdad con esperanza en alto, con confianza plena en Dios nuestro Señor, con fe y fortaleza vamos adelante en esta Nicaragua donde ha brillado por años el amor, el encuentro, la reconciliación y seguirá brillando, no lo dudemos, porque estamos consagrados a Cristo Jesús, estamos consagrados a su Madre María. Y sabemos que las promesas de Dios se cumplen y la promesa para Nicaragua es Cariño, Encuentro, Reconciliación, Trabajo y Paz, Prosperidad”, valoró la vicepresidenta.
Agregó que sin olvidar a los seres queridos que nos fueron arrebatados en los días terribles “tenemos que saber trascender para, creyendo en Dios y en Jesucristo que es amor y creyendo en nosotros mismos que estamos hechos a su imagen y semejanza, vayamos adelante. Pura fuerza de amor, puro amor a la Paz, y puro valor y cultura de familia y de comunidad”.
“Que tengamos todos una buena noche, Noche de Paz, Noche de Amor. Cuando éramos niños cantábamos Ven Dulce Amado Mío, no tardes en venir. Nazca nuestro Emmanuel para con el vivir. Con él queremos vivir en esta Nicaragua suya, Nicaragua de cariño, Nicaragua de Familia, Nicaragua de Comunidad”, concluyó la vicepresidenta.