Luego de concluir el acto conmemorativo del 163 aniversario de la gesta heroica de la Batalla de San Jacinto en la Casa Hacienda dónde se derrotó a los filibusteros invasores el 14 de septiembre de 1856, la compañera vicepresidenta Rosario Murillo expresó que gracias a Dios se tiene este monumento nacional, templo del honor, la dignidad y de defensa de la soberanía nacional, que nos recuerda qué somos, de dónde venimos y hacia dónde vamos.
«¡Qué orgullo! Cuánto honor, cuánto privilegio estar en este templo, templo de la dignidad nacional, templo de nuestra defensa, defensa de la soberanía nacional, templo del honor nicaragüense, cuánto orgullo, cuanto privilegio», aseveró la vicepresidenta de Nicaragua.
Manifestó que la piedra de Andrés en el sentido metafórico contiene el heroísmo nicaragüense y es nuestra esperanza. Su acción heroica nos deja una filosofía de que somos capaces, con creatividad y con arrojo, de defender nuestra patria en todas las circunstancias.
“Defender la patria es defender la paz, y amar la patria es amar la paz y eso es lo que nosotros defendemos todos los días, paz, dignidad”, resaltó la compañera Rosario.