El primer siniestro ocurrió en los primeros minutos de este primero de enero ocurrió en unas bodegas en donde se almacenaba papelería, del portón de la Cotran en el mercado de Mayoreo, 7 cuadras al norte, en el barrio Concepción de María de Managua.
Álvaro de Jesús Mendoza Vega y Eugenio José Palma Martínez, vigilantes de turnos en la bodega, informaron que dos “cohetes” encendidos cayeron sobre una papelería lo que propició el siniestro que rápidamente se extendió por el lugar.
Los bomberos laboraron por más de media hora para poder sofocarlo, sin reportarse ninguna persona afectada, pero si en la estructura de la bodega y la papelería que no fue cuantificada.
Posteriormente ocurrió otro incendio de la terminal de la ruta 108 tres cuadras al lago y una arriba en el barrio Blanca Segovia, del reparto Schick, en Managua, en donde se quemó el cuarto de una vivienda.
Los bomberos indicaron que el área siniestrada fue de 20 metros cuadrados, desconociéndose el origen, lo que está siendo indagado por las autoridades.
Igualmente en el camino a la comarca Las Pilas, en Masaya, los bomberos unificados atendieron otro conato de incendio en una vivienda.
Mientras tanto, a las 2 y 43 minutos de esta madrugada ocurrió otro siniestro que causó daños parciales en una vivienda localizada de los Talleres Modernos 4 cuadras al sur y una al oeste, en el barrio Riguero, de Managua.
Igualmente a las 4 de la madrugada, en el reparto “Todo Sera Mejor”, de la ciudad de León, se quemó totalmente la casa de la familia de doña Martha Julia Obando Altamirano, de 40 años de edad.
Los bomberos tuvieron que trabajar por más de media hora para poder controlarlo, desconociéndose las causas del incendio.
Y a las 4 y 38 minutos de la madrugada, se quemó la casa E 729 y parcialmente la E 728, localizadas de la rotonda La Virgen, una cuadra al sur y 50 varas arriba en la colonia Villa Progreso.
De acuerdo a don Gustavo Barrera González, de 64 años, quien habita en la casa E 728, toda su familia dormía cuando empezaron a sentir el humo, por lo que se salió junto a su madre Socorro González de Barrera, de 81 años, y varios niños hacia la calle para ponerse a salvo.
Agregó que junto a sus vecinos logró sacar varios de sus enseres, antes que las llamas alcanzaron su casa y le provocaran serios daños.
Señaló que la otra casa siniestrada es de su propiedad, pero se la tiene alquilada al señor Jorge Beteta, quien si perdió todos sus enseres.
Se presume que el incendio se originó por el recalentamiento de un abanico cuyas virutas cayeron sobre una cama, lo que propició que las llamas de inmediato alcanzaran ropa y otros artículos de fácil combustión que solo dio tiempo al afectado junto a su familia a salvar sus vidas.