Las Reformas Tributarias y del Seguro Social develan no solo el egoísmo histórico de “la clase alta nicaragüense” sino la enorme fuente de enriquecimiento ilícito de los empresarios y ricos de este país.
Por eso el regordete y cachetón escritor francés Honoré de Balzac afirmó, que “detrás de cada fortuna se esconde un crimen”. Con ese pensamiento comienzan las primeras páginas del Best-seller “El Padrino” del famoso novelista Mario Puzo. ¡Tremendo manual para mafiosos!
¿O es que no sabemos que los primeros esclavos del capitalismo son la familia y el Estado?
Nuestros padres con enormes sacrificios nos alimentaron, educaron hasta donde pudieron o pueden. Llegamos hasta graduarnos para ponernos en mano del capitalista quien escogerá al mejor, lo contratará y el joven hasta le trabajará gratis los primeros 30 días hasta recibir el primer pago. ¡Por fin! El primer ingreso después de cumplir 22 o 24 años de edad cuando salimos de la universidad. 22 o 24 años y 30 días… después que nuestros padres tanto sacrificio han entregado en cada hijo.
¿Y el Estado, que tiene que construir escuelas, hospitales, carreteras etc. (que nuestros padres pagan con sus impuestos) para preparar a los futuros empleados asalariados del capitalismo salvaje? El Estado en este sistema está obligado a servirle al capital. Les da exoneraciones y dispensas de todo tipo a los productores, empresarios e inversionistas, para que puedan generar empleo, que en el capitalismo el mismo Estado es incapaz, además de esclavo.
¿Y es que no sabemos que los esclavistas modernos son la oligarquía y la burquesia moderna?
Cuando analizamos con sobriedad el alcance de la recaudación fiscal del 3% y 2%, que las cuatrocientas y pico de empresas más ricas de este país y las treinta y pico de mil empresas de nivel intermedio respectivamente deben de realmente pagar en impuestos.
Cuando analizamos con sobriedad lo que deben pagar, o mejor dicho, lo que no han estado pagando al INSS los que tienen enormes sueldos y que hasta ahora se han más que beneficiado con el techo de cobertura mayor, que solo les obligaba a pagar seis mil córdobas, aún cuando ganaran doscientos cincuenta mil o un millón de córdobas mensuales, hacemos la misma pregunta que a todos se nos viene a la cabeza. ¿Y por qué hasta ahora?
Es normal la pregunta y más fácil resulta contestarla a quien sea, simplemente diciéndole que aquí los ricos han mandado y aún mandan. Y eso nunca acabará sino es que comenzamos ahora a crear los cimientos de un Estado y Nación para todos.
Y si no lo cree y/o no entiende, como ocurre con algunos de los más jóvenes, los que carecen de memoria histórica y de educación en economía política, habrá que recordarles cómo se comportan los ricos cuando se les quiere hacer pagar. Y no es tan difícil explicarlo, porque el 18 de abril del año pasado lograron arrastrar a tantos ingenuos con el son de la “democracia”, la “gobernabilidad”, la “lucha contra la dictadura” y hasta su “preocupación” por la reserva Indio Maíz; como si ellos no despalaran en su comercio de muerte y desforestación, en su avance sobre la frontera agrícola, y ya ni se diga por su “amor” a los adultos mayores. ¡Ja!
Amigo lector: calcule el 7% que deben pagar ahora a la Seguridad Social aquellos que perciben salarios de ciento cincuenta mil córdobas o doscientos cincuenta mil o un millón, salarios que realmente existen. ¿Verdad que no se parece en nada a los seis mil córdobas que pagan aun sin la reformas?
¿Y qué del 23% que las empresas, el empleador, deben asumir por tan jugosos salarios? Sobre todo si las empresas son de los mismos que se recetan esos jugosos ingresos.
Quien quiera y pueda multiplicar, que lo haga. Seguro se sorprenderá con los resultados. Estos días lo hemos estado haciendo estos cálculos con los empleados en todo el país y tras ver los resultados de esos ejercicios matemáticos, los trabajadores con enormes sonrisas dibujadas en su rostro aprueban las reformas tributarias. En su sonrisa había no solo aprobación, sino la comprensión y el sabor de lo que realmente significa justeza y equidad social. Háganlo en casa y en familia. En las escuelas y colegio, ¡no sean enemigos de las matemáticas!
Por eso cada vez que vean a un pobre pelear por un rico, no lo rechace, solo acérquesele y explíquele por qué quieren derrocar a este gobierno. Por qué, es que quieren el diálogo y que temas quieren discutir a puertas cerradas para seguir teniendo ese privilegio de ahorrarse tanto mientras otros no tienen como llevar el pan a su casa. Pero también pregúntese por qué los más de 6 millones de nicaragüenses no seremos nunca tan ricos como los únicos 15 ricos de este país.
Es ahora o nunca, en su capacidad de entender las cosas y nosotros de explicárselas. Es una oportunidad de oro para construir la patria que soñaron miles en décadas de lucha y que ya no están con nosotros. ¡Por ellos y los que aun vivimos bajo el capitalismo salvaje; justicia social!
¡Adelante Daniel! ¡Adelante Rosario! Porque si los perros ladra, es que porque vamos andando.
