Las mujeres de “Furia y Toro” rompen el silencio… una lo dejó por mujeriego

Dalila del Socorro Guerrero Sánchez, tuvo una hija con “Furia y Toro” y lo dejó porque descubrió que se las pegaba

A pesar de su cara de “pocos amigos”, Herlio Jarquín Cortez fue un “rompe corazones” y a lo largo de su vida, varias mujeres estuvieron a su lado y procrearon hijos con el temido “Furia y Toro”.

Una de sus primeros amores fue Aydalina Emperatriz Rojas Álvarez, quien le tuvo dos hijas, y relató que los 5 años que vivió con él “Furia y Toro” fue un completo calvario.

“No le gustaba trabajar y se aparecía a la casa con varias gallinas, cerdos, cadenas de oro y otros objetos de valor”, relató Aydalina Rojas, quien asegura que Herlio Jarquín le hizo “un amarre” y siempre que ella se regresaba a casa de sus padres para dejarlo, el “Furia y Toro” la llegaba a traer bajo amenazas de muerte.

“Yo andaba con él, pero no era por amor, caminábamos alquilando y posando en distintos lugares, ahí me dejaba en las casas y se iba”, expresó Aydalina Rojas, quien una noche encontró al “Furia y Toro” a la orilla de su cama rezándole oraciones diabólicas y untándole saliva en los gonces de los huesos para que no lo dejara.

Otra de las caraceñas que forma parte de los amores del “Furia y Toro” es Miriam de los Ángeles Aburto Salazar, de 27 años, quien cuenta que a pesar que él la golpeaba salvajemente, siempre seguía a su lado.

Miriam Aburto relató que Herlio Jarquín la celaba constantemente, la perseguía para espiarla y le decía: “Cuidate para que no quedés panzona”, por lo cual no le tuvo hijos al “Furia y Toro”, quien se las “pegaba” con otras mujeres, hasta que lo abandonó.

Sin embargo, Dalila del Socorro Guerrero Sánchez, de 32 años, quien le tuvo una hija que actualmente tiene 7 años, cuenta que el “Furia y Toro” no la maltrató, pero lo dejó al encontrarse con su comadre, otra mujer con la que Herlio Jarquín se las pegaba.

“Me enamoré de él, pero una vez que llegué a visitarlo a la cárcel en el 2014 me encontré con otra mujer que él tenía, entonces decidí dejarlo”, relató Dalila Guerrero, una mujer trabajadora del municipio de La Paz, departamento de Carazo.

Dalila Guerrero relató que en los años que vivió junto al “Furia y Toro”, este trabajó de soldador, de albañil y un tiempo preparaba nacatamales y alfeñiques para vender.

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