De más de 80 puñaladas en el pecho y el rostro fue asesinado don Carlos Palma Hernández, de 55 años de edad, a manos de su propio hijo Luis Carlos Palma, de 26 años, en el cuarto que alquilaban en el reparto La Reforma, de la ciudad de Masaya.
Según las investigaciones, don Carlos le llamó la atención a su hijo por su mal comportamiento, hecho que enfureció a Luis Carlos quien sacó un puñal y se le abalanzó a su progenitor hasta dejarlo muerto en un charco de su propia sangre.
Doña Morena Gómez, vecina de la víctima, relató que escuchó a don Carlos Palma cuando regañaba a su hijo y segundos después una mujer empezó a gritar “no lo matés, no lo matés” pero todo fue en vano porque el crimen fue consumado.
Luis Carlos Palma fue capturado por los vecinos que lo persiguieron al verlo ensangrentado cuando intentaba darse a la fuga, y será puesto a la orden del Ministerio Público para ser procesado por el delito de parricidio.
Según conocidos, don Carlos Palma Hernández era un hombre tranquilo y trabajador que era originario de León y hace 15 días había llegado a alquilar a Masaya donde fue asesinado atrozmente por su vástago.
