Somalia enfrenta una de las peores catástrofes naturales en su historia, con 120 personas fallecidas a causa de devastadoras inundaciones provocadas por el fenómeno «El Niño» en el Cuerno de África. Esta cifra fue confirmada por el Gobierno somalí este lunes, reflejando la magnitud de la crisis que azota al país.
Las regiones más afectadas son Bay, Gedo y Jubba, donde las inundaciones causaron estragos. Mohamud Moalin Abdulle, responsable de la Agencia Nacional de Somalia para la Gestión de Desastre, detalló que muchas de las víctimas perecieron en un incidente con un barco que volcó mientras intentaban escapar del grupo militante Al Shabaab.
Esta crisis climática llega tras la sequía más larga y severa registrada en la región, exacerbando la vulnerabilidad de la población. Según la Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA), más de un millón de personas fueron desplazadas y al menos 2.4 millones están afectadas.
Además del impacto humano, las inundaciones han destruido hogares, dejando el agua potable limpia y segura como un recurso escaso. Los servicios de salud también se han visto gravemente afectados, y se ha reportado la pérdida de miles de cabezas de ganado y hectáreas de cultivo, elementos vitales para la supervivencia de muchas comunidades.
Ante esta situación crítica, la Agencia somalí de Lucha contra los Desastres Naturales (SoDMA) ha anunciado que más de tres millones de ciudadanos recibirán ayuda humanitaria proveniente de Rusia. Esta asistencia incluirá principalmente alimentos y beneficiará a unas 555,000 familias, o aproximadamente 3.330.000 ciudadanos. La carga de ayuda rusa llegó a Mogadiscio el 30 de noviembre.
Representantes de la agencia también han informado que se esperan suministros humanitarios adicionales desde China, lo que representa un rayo de esperanza en medio de la desolación.