Veinte personas perdieron la vida en una nueva matanza perpetrada en el sur de Mali, en este caso en el poblado de Peh, junto a la frontera con Burkina Faso.
Varios de los cuerpos fueron arrojados dentro de pozos en la localidad, mientras que los atacantes, vestidos con ropa de cazadores, huyeron al ver llegar a los militares, abandonando el ganado robado.
Según autoridades, el sangriento hecho fue una agresión yihadista, mismos que se han encargado de sembrar el terror en Mali y Burkina.
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