Autoridades tailandesas reportaron el hallazgo de 40 cadáveres de cachorros de tigres en el famoso Templo del Tigre mientras se dan a la tarea de retirar a todos los animales de ese refugio silvestres que es acusado de tráfico de especies y abuso animal.
El templo budista ubicado en la provincia de Kanchanaburi, al oeste de Bangkok, se convirtió en una atracción turística internacional donde las personas podían tomarse «selfies» con los cachorros de tigres mientras eran alimentados con botellas de plástico.
Los cadáveres de los cachorros fueron encontrados dentro de un freezer ubicado en el área de la cocina, tras una denuncia hecha por voluntarios extranjeros que decidieron denunciar los abusos en ese centro.
Así mismo se encontró el cuerpo de un Maturón (un gato osuno negro), el cual es una especie protegida.