Al menos 70 personas fallecieron tras el colapso de una mina ilegal de oro ocurrido la semana pasada en Malí. Este incidente, representa una de las mayores tragedias mineras en la historia del país africano, sigue en el centro de las labores de búsqueda de supervivientes.
Fuentes oficiales confirmaron que el número de fallecidos aumentó desde los 50 casos que se reportaron inicialmente el pasado miércoles.
Según Abdoulaye Pona, presidente de la cámara de minas de Malí, al momento del accidente, al menos cien personas se encontraban dentro de la mina.
El accidente ocurrió en el distrito de Kangaba, ubicado en la región de Koulikoro, al suroeste de Malí. Las causas del colapso aún se encuentran bajo investigación, mientras las autoridades y equipos de rescate continúan sus esfuerzos en el lugar del desastre.
Este lamentable evento se ha registrado como el accidente minero más mortífero en Malí, un país reconocido como el tercer mayor productor de oro en África.
La minería del oro constituye el 80% de las exportaciones de Malí, siendo un pilar fundamental de su economía.
El país africano, conocido por sus ricos depósitos de oro, estima contar con reservas que alcanzan las 800 toneladas del preciado metal.
Aproximadamente dos millones de mineros trabajan en unos 300 sitios de extracción artesanal distribuidos por todo el país, buscando su sustento en esta labor de alto riesgo.