Con un concierto repleto de lecciones de romanticismo, el cantautor Roberto Carlos se presentó con gran éxito en el teatro Nokia de Los Ángeles.
Con contundentes muestras de entrega y profesionalismo, el cantautor brasileño comenzó su concierto 10 minutos después de lo programado, lo que tomó por sorpresa a muchos asistentes.
Acostumbrados a que los conciertos de sus artistas latinos empiecen casi una hora después, ello provocó corretizas en los pasillos para presenciar el «show» .
A sus 73 años, el también llamado rey de la música latina y del romanticismo, desde que empezó sólo generó en réplica un concierto de suspiros y gritos uniformes del ah!! cada que se identificaba uno de sus éxitos.
El concierto dominado por el canto al amor y la añoranza y las lecciones de cómo se deben tratar las mujeres fue recibido con sonoros aplausos de los más de siete mil asistentes que llenaron el sitio.
En su primera intervención agradeció «por ese amor que he recibido de ustedes desde que nací y no es necesario decirles que eso fue hace mucho» , jugueteó «y para poderles contar cosas como ‘Que sera de ti'» .
En la velada romántica, el vendedor de más de 120 millones de álbumes se presentó vestido todo de blanco, con saco, pantalón y zapatos, y camisa azul claro, respaldado por una orquesta y un escenario con luces que asemejaron una noche estrellada.
Más adelante interpretó una de sus más recientes éxitos: «Ese hombre soy yo» , que lanzó en 2012 y en el que describe a un hombre más que enamorado de su pareja.
La presentación fue matizaba por confidencias, como el que en sus inicios participó en el festival de San Remo, donde de forma sorpresiva ganó el certamen y un año después regresó con otro tema «que era el súperfavorito, pero mmm… no gano» .
«Ese tema fue uno de lo que rompió récords ‘Un gato en la oscuridad’ y fue uno que nunca le pude hacer una versión en portugués porque con los años sigo sin entenderla, porque hasta ahora no he conocido un gato triste y azul» , aceptó.
Y todavía antes de cantar «Yo te propongo» compartió que había sentido que había compuesto ya todos los temas sobre el amor, pero que le faltaba aún componer algo sobre el sexo, aún con el temor de lo que pudieran hablar sus vecinos.
Ahí mismo también compartió que alguna vez le preguntaron de las tres cosas que más prefiere en la vida, de las que dijo son «en primer lugar el sexo, en segundo un lugar para hacer el sexo o el amor y en tercero un buen helado» .
En el recuento de sus éxitos que cada que empezaban las primeras armonías atraían en cascada expresiones de júbilo y suspiros, interpretó desde «Cóncavo y convexo» , «Detalles» , «Qué sera de ti» , «El día que me quieras» y «La distancia» .
Otras canciones en el «show» de más de dos horas destacaron «Emociones» , «Si el amor se va» , «Desahogo» , «Un millón de amigos» y «Amada amante» y hasta aprovechó para cantar en inglés la desconocida «Breakfast» .
De esa forma, el concierto a ratos lo cantó en portugués, esa en inglés y la mayoría en español aunque a ratos mezclaba el portuñol.
Antes de interpretar «Lady Laura» compartió su recuerdo por su desaparecida madre, Laura Moreira Braga, en 2010. «Desde que la compuse la hice con alegría y mucho amor y ahora ya no hay alegría sólo más amor» .
En la parte final de su concierto, Roberto Carlos y con tradicional lento caminar, entregó de mano en mano y en otras la lanzó a distancia decenas de rosas rojas y blancas no sin antes besar cada una de estas.
El afamado cantautor brasileño al final tuvo tal respuesta que fue regresado en tres ocasiones en su despedida por un público insaciable que le pedía más y más temas.
Su última canción de la noche en donde mantuvo un nivel de voz como la de siempre en su carrera de 50 años, terminó siendo un tributo. Él mismo lo reconoció, a la composición de Agustín Lara «Solamente una vez» .
Emocionado antes de despedirse en un par de ocasiones simuló arrancarse el corazón y lo lanzaba a sus admiradores que lo despidieron de pie y que lo calificaron como el último de los más grandes románticos de la música latina.
Más aún, sorprendió a una mujer de cabeza blanca que en varias ocasiones le lanzó un grito desgarrador de «¡Te amo!» y en uno de ellos se escuchó esa voz cansada por la edad pero energetizada por el momento cuando todos guardaban silencio.
Y con todo y el romántico concierto, asistentes se quedaron con el reclamo de que faltaron temas como «No te apartes de mí» , «Hablando en serio» y hasta «Camionero» .