Un tribunal nipón multó hoy con 400 mil yenes (unos 3,600 dólares estadounidenses) a la pintura y escultora japonesa Megumi Igarashi, conocida como la «artista de la vagina», tras declararla culpable de distribuir material obsceno.
Ella estaba acusada de distribuir en Internet los datos para imprimir réplicas tridimensionales de su vagina a cambio de dinero entre los meses de octubre de 2013 y marzo de 2014. También fue arrestada a finales del 2014 por exhibir una muestra donde reproducían genitales femeninos.
La Corte del Distrito de Tokio consideró que los datos distribuidos a través de Internet por Igarashi «reproducían de forma realista la forma de los genitales, lo que podría estimular el deseo sexual del público».
Al hacer esta campaña la joven pudo recaudar un millón de yenes (9 mil dólares) de más de un centenar de donantes y financió la construcción de un kayak con la forma de su vulva.
Así mismo el tribunal absolvió a la artista de los cargos de obscenidad relacionados con la antes mencionada exposición, ya que en la muestra se exhibían obras en los que los genitales femeninos «aparecen decorados y pintados con colores distintos a los de la piel humana».