El miedo a perder papeles, a ser encasillados o, por qué no, a sufrir discriminación en la gran pantalla ha hecho que muchos actores se mostrasen a lo largo de los años reticentes a revelar su condición sexual. «Seas gay o heterosexual, la gente no debería de saber nada de tu sexualidad para que los actores pudiéramos jugar con ese misterio». Es la opinión que le merece el tema a Matt Damon según sus declaraciones en una reciente entrevista en el diario The Guardian.
«Creo que eres un mejor actor cuanto menos personas sepan de tí, y la sexualidad es una gran parte de eso», asegura el intérprete que celebra la reciente aprobación del matrimonio entre personas de un mismo sexo en California.
Sus palabras han causado cierto revuelo al entender algunos que proponía que los homosexuales se quedasen en el armario lo que ha llevado al actor a matizarse a sí mismo en el show de Elllen DeGeneres.
Y es que salir del armario en Hollywood no es cosa de broma. Muchos como John Barrowman, Rupert Everett o Ian McKellen son del parecer que confesar abiertamente la homosexualidad es la forma más rápida de matar una carrera para siempre.