Después de años de idas y vueltas, de reformas y más reformas, Kim Kardashian y Kanye West vendieron su famosa casa ubicada en el exclusivo barrio Bel Air de Los Ángeles en 17.8 millones de dólares, más del doble del precio que originalmente pagaron por ella en el año 2013.
Según la agencia de bienes raíces The Altman Brother, la espectacular mansión de aproximadamente una hectárea y media tiene seis habitaciones, ocho cuartos de baño, enormes ventanas que se abren y cierran electrónicamente, piscina y un gran jardín, además de la increíble vista de Los Ángeles.
Según TMZ, es la casa más cara vendida hasta el momento en la comunidad de Bel Air.
La nueva propietaria es una filántropa ucraniana radicada en Silicon Valley llamada Marina Acton que sostiene que su nuevo hogar le pareció «creativo e inspirador». La fundadora de Marina Acton Charity Fund, una fundación de caridad que lleva su nombre, quiere iniciar una carrera musical en Los Ángeles.
Kim y Kanye se mudarán a otra propiedad en Hidden Hills, muy cerca de donde vive la mamá de ella, con dos piletas, dos spas, su propio viñedo y 13 hectáreas de terreno. Les costó 20 millones de dólares, pero aún así le están haciendo varias reformas que terminarán en diciembre, cuando se espera la llegada, por gestación subrogada, del tercer hijo de la pareja.