El arzobispo Desmond Tutu falleció este domingo a los 90 años de edad, luego que hace un mes había sido hospitalizado tras sufrir una severa infección en Sudáfrica.
El presidente sudafricano Cyril Ramaphosa confirmó el lamentable fallecimiento de Tutu, quien en el año 1984 recibió el Premio Nóbel de la Paz por su lucha contra el régimen de segregación racial en su país.
“La muerte del arzobispo emérito Desmond Tutu es otro episodio de duelo nacional en la despedida a una generación de destacados sudafricanos que nos han entregado una Sudáfrica liberada”, destacó Ramaphosa a través de un comunicado oficial.
En nombre de todos los sudafricanos el mandatario expresó su profunda tristeza tras la muerte de esta figura esencial de la historia de su país y destacó su extraordinaria inteligencia, su integridad y su fuerza en la lucha contra el apartheid.
Varios medios de comunicación internacionales coincidieron en que al arzobispo será recordado por su risa amable, por ser un brújula moral en los tiempos más oscuros y por echarse a “tuto”, junto a líderes como Nelson Mandela, la tarea de reconciliar a su nación.
Desmond Tutu nació en la localidad sudafricana de Klerksdorp un 7 de octubre de 1931.
Fue ordenado como sacerdote de la Iglesia anglicana a los 30 años, estudió y fue profesor en el Reino Unido y Lesoto; antes de establecerse en Johannesburgo en 1975.
Tutu encabezó la lucha por la justicia, la reconciliación y el fin del apartheid, desafiando a la sociedad blanca y el Gobierno racista.
El apartheid, el desarrollo separado o como se llame, es malvado… Es anticristiano y antibíblico. Si alguien me demuestra lo contrario, quemaré mi biblia y dejaré de ser cristiano; profesaba el arzobispo ante los funcionarios gubernamentales en 1982.
