El doctor Páramo declaró ante un medio televisivo que luego de la operación de lipoescultura, la joven presentó un trombo-embolismo graso y debido a eso tuvo un paro cardíaco, y aunque el equipo médico trató de estabilizarla fue imposible.
“Yo también estaba dolido. Yo opero para que las cosas salgan bien. Soy un profesional. Dios sabe la verdad y estoy aquí para que todo se aclare”, declaró Páramo.
El cirujano aseguró que Lizandra firmó un documento en donde se le hacía ver los riesgos médicos que conllevaba su cirugía estética, y destacó que tiene 23 años de ser cirujano plástico tiempo en el que ha realizado más de mil liposucciones y más de mil 600 implantes de mama, así como otros procedimientos.
Por último el doctor David Paramo aseguro que no huira del país, pues reiteró que todo se trató de una fatalidad quirúrgica y no una negligencia médica de su parte.
Las investigaciones sobre la muerte de la joven Lizandra Jarquín continúan, y se espera que al finalizar la semana esté listo el dictamen final que determinara si en su muerte hubo o no negligencia médica.