“Agárrenla, agárrenla, que me robó” gritaba Jairo Agustín Méndez, de 24 años, para pedirle a los responsables de un motel que detuvieran a una trabajadora sexual que en vez de darle placer, lo asaltó, en Chinandega.
Jairo Méndez dijo a las autoridades que quería tener “sexo salvaje” y buscó los servicios de una trabajadora sexual de apellidos Ayala Herrera, de 24 años, quien le prometió que lo iba a poner “con los ojos volteados”.
“Entramos al cuarto, me besó, me acarició y cuando estábamos a punto de darle rienda suelta a nuestra pasión me intimidó con una navaja” dijo Jairo Agustín quien logró quitarle el arma blanca a la fémina.
Acto seguido, la mujer salió casi desnuda de la habitación y se montó en un taxi en el que huyó del lugar.
Al revisar sus pertenencias el calenturiento hombre descubrió que la sexi mujer “se le llevó en el saco”, un celular valorado en 7 mil córdobas.