Sólo con la ropa que andaban puestos quedaron la joven Isidora Sánchez, de 27 años, y sus hijos de 2, 6 y 9 años de edad, después de que su hermana Rebeca Sánchez Hernández, de 34 años, les quemó la vivienda que habitaban en el municipio de Nindirí, en Masaya.
La mujer y sus criaturas de iniciales J.D.O., E.O. y E.J.O., tuvieron que salir corriendo de la humilde vivienda para no terminar carbonizados por las grandes lenguas de fuego.
Rebeca dejó en la calle a su hermana y sus sobrinos por un conflicto de tierras en el lugar donde se ubica la vivienda consumida por las llamas, informó Juan Antonio Carvajal, secretario político de la zona.
Los bomberos unificados se presentaron del colegio San Pedro Claver 500 metros al norte a controlar las fuertes llamas, pero la vivienda ya había sido arrasada por el fuego.
La Policía Nacional en Masaya retuvo a Rebeca Sánchez Hernández para que responda por el delito de daños a la propiedad y exposición de personas al peligro.
Las pérdidas materiales por la infraestructura de la casa y los enseres domésticos ascienden aproximadamente a 60 mil córdobas.