Dieciocho personas han perdido la vida tras el azote del huracán Iota con categoría cinco en Nicaragua, el más violento según registros históricos. Las fatalidades ocurrieron en Matagalpa, Carazo, Jinotega y Nueva Segovia.
La vicepresidente Rosario Murillo en su mensaje a las familias nicaragüenses dijo que 9 personas murieron víctimas de un deslizamiento de tierra ocurrido ayer martes, en el Macizo de Peñas de Blancas, sector Los Roques, comunidad San Martín de Peñas Blancas, en el municipio El Tuma-La Dalia, departamento de Matagalpa.
El reporte preliminar indica que los fallecidos son Martha Lorena Hernández, de 30 años y sus hijos Orlando Josué Navarrete Hernández, de 7 meses de nacido; Heykel Navarrete Hernández, de 9 años; quienes serán sepultados en el cementerio de la comunidad Samulali de Matagalpa.
Otra víctima mortal del incidente es la niña Karen Junieth Martínez Hernández, de 2 años, cuyos restos serán trasladados al barrio Lucidia Mantilla de Matagalpa, donde posterior le darán cristiana sepultura. Aún siguen en calidad de desaparecidas la mamá y abuelita de Karen Junieth.
En la fatalidad también murieron el no vidente Alberto Roque González, don Fanor Otero Baldizón, de 36 años, y sus hijos Erving Otero López, de 7, y Fanny Otero López, de 8 años, quienes serán sepultados en el campo santo de La Dalia, Matagalpa.
A pesar de la gravedad del suceso, en el lugar fueron rescatados con vida Carlos Hernández, de 38 años; Yarelis Díaz, Gregorio Aguilar y Orlando Navarrete Baldizón, esposo de Martha Lorena y padre de los niños de 7 meses y 9 años que lamentablemente murieron.
El compañero Pedro Haslam, secretario político de Matagalpa, detalló que anoche fueron informados sobre la supuesta desaparición de 15 personas por el deslizamiento, por lo cual se trasladó al sitio entró la brigada compuesta por miembros del Ejército Nacional, Policía Nacional, Cuerpo Bomberos, BRIMUR, MINSA, COMUPRED y CODEPRED.
Precisó que en el lugar conocieron del deslizamiento de tierra, con un recorrido de longitud de aproximadamente Mil metros y un ancho de 200 metros, y que se continúa en las labores de la búsqueda y rescate de las otras personas.
Subrayó que en años anteriores estas familias recibieron la propuesta de reubicación de lugar por estar en zona de riesgo, pero no aceptaron, igualmente días atrás fueron visitados para que abandonaran el lugar ante la llegada del Huracán IOTA, pero decidieron quedarse.
Las otras víctimas mortales durante la emergencia ocasionada por el Huracán IOTA fueron una mujer y 4 niños que perecieron por el desborde de un río en Santa Teresa, Carazo; un padre y su hijo que perecieron por un deslizamiento de tierra en Wiwilí, Jinotega; una ciudadana que cayó a un caño en Quilalí, Nueva Segovia; y un hombre que en estado de ebriedad trató de cruzar una quebrada en Jinotega.
Ante la pérdida valiosa de estas vidas, la compañera Rosario Murillo hizo un llamado sobre la conciencia de resguardo, de cuido; la conciencia de responsabilidad ciudadana que debe crecer.
“A nosotros nos toca hoy aceptar con resignación cristiana estas noticias trágicas. Orar por toda la patria, porque vivimos como familia nicaragüense y seguir trabajando para que la conciencia de de cuido, de protección, vaya creciendo y no nos confiemos”, dijo la vicepresidente de Nicaragua.