El ciudadano Jaime Moreno Mendoza, de 39 años, se convirtió en el tercer nicaragüense que murió tras haber sido dejado encerrado por un coyote junto a 200 personas más dentro de un contenedor sin aire, producto de lo cual también fallecieron otra pinolera y su bebé de seis meses de gestación, en Coahuila, México.
El pinolero había sido rescatado de la caja del trailer y trasladado al Hospital General de Saltillo, en donde quedó hospitalizado en estado crítico por hipertermia, y murió la noche del martes luego de haber superado un paro cardiaco.
Las dos primeras víctimas fueron la pinolera Clorinda Alarcón Urbina, de 20 años, y el bebé que llevaba en su vientre, quien murieron luego de pasar varias horas hacinados dentro del contenedor de un furgón que fue abandonado por su conductor, cuando pretendían llegar ilegalmente a Estados Unidos.
Clorinda era originaria de la comunidad Ocote Tuma, en Waslala, Caribe Norte, pero vivía con su familia en la comunidad El Hormiguero, en Siuna, Triangulo Minero, hacia donde fueron trasladados sus restos desde México.
De acuerdo a medios mexicanos, Clorinda viajaba acompañada de su cónyuge Pedro Manzanares, su hija de 3 años y un hermano quienes sobrevivieron al terrible tormento.
Las autoridades de Migración relataron que luego de ser rescatada, la joven fue llevada a una clínica por miembros de la Cruz Roja y bomberos, pero al ingresar a la sala de urgencias los médicos le dijeron que su bebé había muerto.
A pesar de que la joven fue estabilizada, se rindió ante la muerte la madrugada del pasado domingo 6 de marzo.
Por su parte, las autoridades detuvieron a un sujeto de nombre Ponciano, de 49 años, señalado como el «coyote» que abandonó en el contenedor a Clorinda y al resto de migrantes que viajaban con ella.
Ahora, la situación legal del «coyote» que abandonó el contenedor con los 200 migrantes encerrados, se agrava, ya que ahora son tres homicidios los que se le adjudican, el de Jaime Moreno Mendoza, el de la joven Clorinda Alarcón y su bebé de 6 meses de gestación.