Marcelo Antonio González Martínez, de 36 años de edad, murió el sábado en horas de la noche con su bóveda craneal explotada al pasarle sobre su humanidad las llantas de un cabezal placas de Costa Rica C156-232, en las cercanías a la antigua estación del ferrocarril, en Nindirí, Masaya.
Al momento de la fatalidad, González Martínez conducía la motocicleta placa M 33-681 en la que llevaba como pasajero a su amigo Moisés Boanerges García Hernández, de 40 años, a quien las llantas de la rastra le fracturaron la pierna izquierda.
Lugareños dijeron que Marcelo conducía en supuesto estado de ebriedad, lo que provocó que perdiera el control y cayera debajo del pesado vehículo que conducía Amílcar del Socorro Palacios, de 40 años de edad.
Tras el hecho, García fue trasladado al hospital Humberto Alvarado, de Masaya, donde fue intervenido quirúrgicamente.
Autoridades de tránsito detuvieron al conductor del furgón a fin de ampliar las investigaciones y esclarecer las causas que provocaron el fatídico accidente.