MIAMI.- Este 1 de julio entró en vigencia la Ley SB 1718, una nueva normativa migratoria, promulgada por el gobernador Ron DeSantis que convierte a Florida en el estado del país norteamericano con la ley más cruel contra la migración ilegal, debido a que endurece las políticas migratorias y castiga penalmente a quienes transporten y convivan con migrantes indocumentados en ese Estado.
En Florida, principalmente en Miami, viven unos 772 mil migrantes indocumentados, gran parte nicaragüenses, quienes se están viendo obligados a huir hacia otros estados para no ser castigados por la ley impulsada por el candidato derechista a la presidencia de Estados Unidos.
En la Ley se establecen penas de hasta 15 años de prisión para quienes transporten indocumentados al Estado de Florida. La pena máxima es para los que lleven a menores de edad y se establecen castigos de 5 años si en el vehículo hay mayores de 18 años.
A su vez, obliga a las empresas con más de 25 empleados a utilizar el sistema E-Verify, impulsado por el gobierno federal, para verificar el estatus legal de todos los trabajadores. En caso de tener gente contratada sin papeles, se establecen multas de 1,000 dólares diarios.
Además, se invalidan las tarjetas de identificación comunitarias y de otros estados que como Nueva York otorgan a los indocumentados, y se prohíbe el uso de licencias de conducir adquiridas por migrantes indocumentados en otros estados, la única válida será la de Florida.
Otro punto que ha causado indignación entre la comunidad migrante es que obliga a los hospitales a reportar al estado sobre los pacientes indocumentados que llegan en busca de atención médica.