Seis personas, dos mujeres y cuatro hombres, fueron asesinados atrozmente este fin de semana en una finca ubicada en Llano Bonito, Puntarenas, Costa Rica.
Las víctimas son el estadounidense de apellidos Sandusky, de 61 años, el matrimonio compuesto por el señor Quesada Cascante, de 44, y su compañera Villarevia Rivera, de 41, así como su hijo Quesada Villarevia, de 20, una mujer Zuñiga Rodríguez, de 40, y finalmente un hombre de apellidos Borbón Muñoz, de 39.
Los cuerpos fueron encontrados por investigadores del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) en una vía que da acceso al lugar, a unos 4 kilómetros del camino público.
Una de las víctimas fue encontrada dentro de una camioneta que fue totalmente quemada y alrededor de éste otros tres cuerpos y uno más se localizó a 100 metros de distancia.
El sexto cuerpo fue encontrado escondido entre unas llantas junto a un tractor dentro de la finca, y estaba rociado con un tipo de combustible.
Según las investigaciones preliminares el extranjero y dueño de la finca contactó al mecánico de 44 años para que le reparara varias maquinarias en su propiedad.
Sus familiares perdieron contacto con ellos desde el mediodía del domingo por lo que decidieron buscarlos en la finca, descubriendo la macabra escena en horas de la medianoche.
En la vivienda se encontraron signos de registro, así como de material que presuntamente iba a ser robado como una máquina de soldar, una motoguadaña e insumos agrícolas, según las autoridades ticas.