El señor Pablo Antonio Obando Dávila, de 64 años, murió y un pasajero resultó herido el sábado cuando un bus de la empresa de Excursiones Jessenia, con sede en el sector de San Judas, en Managua, fue atacado a balazos por al menos dos delincuentes en la zona 18 de Guatemala.
El ataque a balazos se registró frente a Walmart, en el kilómetro 5 y medio de la ruta al Atlántico, en donde el autobús fue alcanzado por los delincuentes en una motocicleta, desde la cual abrieron fuego hacia el parabrisas del bus, matando a Obando Dávila quien tenía un año de laborar como conductor.
Los disparos también hirieron de bala a un pasajero de 48 años de edad, quien fue atendido por los bomberos y luego llevado a un centro asistencial, informó el vocero del Ministerio Público de Guatemala, Moisés Ortíz.
El bus iba cargado de por lo menos 60 nicaragüenses, la mayoría de los cuales son originarios de Chinandega, según diversas fuentes.
Don Pablo Antonio Obando Dávila era originario de la ciudad de León, anteriormente había laborado para la alcaldía y residía del pozo público media cuadra abajo en el reparto William Fonseca.
Los medios de prensa indicaron que el ataque podría estar vinculado a las extorsiones que cometen las “maras” contra comerciantes y empresarios del transporte de pasajeros, entre otros negocios.
Las extorsiones consisten en cobrarles un denominado “impuesto de guerra” a los comerciantes para permitirles laborar sin ser asaltados y en el caso de los transportistas deben pagar una especie de “peaje” para circular por los territorios de las pandillas sin ser detenidos, asaltados y en el peor de los casos, asesinados.
Las pandillas y el narcotráfico son responsables de la mitad de las 3,500 muertes violentas que ocurren anualmente en Guatemala.