Al mediodía de este martes llegaron a Nicaragua, a través de la frontera de Peñas Blancas, los féretros de los cinco compatriotas que la noche del pasado sábado fueron masacrados por sicarios armados en Huacas de Guanacaste, Costa Rica.
Tras su ingreso al país, los cuerpos serían supuestamente trasladados al Instituto de Medicina Legal en Managua para realizarles la autopsia y posteriormente trasladarlos a Terrabona y San Dionisio, Matagalpa, sus lugares de origen.
Los asesinados fueron Amparo del Socorro Cardoza Orozco, de 55 años de edad; sus hijos Pedro Hernández Cardoza y Miguel Antonio Jarquín Cardoza, de 21; además de su sobrino Jonatán Josué Cardoza Rivas, de 25 años, y José Isidro Orozco Loáisiga.
El único sobreviviente es Oniel Rayo Cardoza, quién junto a su madre y su cuñado habían llegado a Costa Rica hacía menos de dos meses, para realizar diferentes labores.
Los familiares exigieron justicia a las autoridades costarricenses por el crimen de los cinco nicaragüenses para que el caso no quede en la impunidad.
Se espera que los cuerpos de los cinco compatriotas sean sepultados este miércoles en los cementerios de Terranoba y San Dionisio, en Matagalpa.