El sujeto de iniciales R.R.C.R. perdió la autoridad parental sobre una hija después de que pasaron 13 años sin que la niña escuchara una palabra amorosa y mucho menos gozara de una pensión de alimentos, a pesar de una orden judicial, llegando a acumular una deuda con ella de 140 mil 130 dólares.
La sentencia fue emitida por el Juzgado Séptimo de Distrito de Familia a finales de marzo, después de que la madre de la adolescente interpuso la demanda de pérdida de la autoridad parental, tras comprobar que entre 2014 y 2017 el hombre fue objeto de otros procesos judiciales.
Entre esos procesos también destaca uno más por incumplimiento de deberes alimentarios, impulsado por la madre de otra niña que el hombre engendró y de la que tampoco se ha hecho cargo.
El desprecio de R.R.C.R. por la suerte de sus hijas, particularmente la adolescente de 13 años, es tal, que ni siquiera se dignó a contestar la demanda o personarse a alguna de las audiencias de las que fue notificado a lo largo del juicio.
Por si fuera poco, hace cinco años bloqueó en sus redes sociales toda posibilidad de acceso con la madre y la hija.
Leer también: 80% de pacientes con Covid-19 pierden el olfato, según estudio internacional
El maltrato del demandado hacia su hija se manifestó desde que en junio del año 2007 hizo caso omiso a la resolución judicial que dictó el Juzgado Primero de Distrito Civil de Managua, que tras divorciarlo de la madre de la niña le impuso una pensión de alimentos de 250 dólares mensuales a favor de ésta, lo cual jamás cumplió.
“Como no cumplió con el pago de la pensión alimenticia llegó a deber la cantidad de 140,310 dólares”, reza la sentencia emitida por el juez Luis Miguel Benavides Cruz, quien resolvió la demanda de pérdida de autoridad parental.
La psicóloga Eynar Fuentes Toruño valoró a la adolescente y no encontró indicadores de afectación emocional, pero estableció que entre padre e hija no existen lazos afectivos ni emocionales de ningún tipo, dada la ausencia permanente de la figura paterna en estos trece años.
“No sé por qué él complica todo…no puedo decir más nada sobre mi papá porque la verdad es que no hay nada qué decir, él nunca ha estado presente en mi vida”, se limitó a decir la adolescente cuando se le consultó si ha existido alguna relación con su padre.
Según la progenitora, el hombre se separó de ella cuando estaba embarazada y luego se casó con su otra pareja, de la que se divorció apenas un año después.
Leer también: ¡Película de terror! COVID-19 y gobierno dejan calles llenas de muertos en Ecuador
El Código de Familia define la autoridad parental o relación madre, padre, hijos, como el conjunto de derechos y obligaciones que tienen los progenitores respecto de sus hijos e hijas en cuanto a su persona y bienes, siempre que sean menores de edad y no se hayan emancipado o sean mayores de edad declarados judicialmente incapaces.
El juez Benavides Cruz consideró que el demandado “efectivamente es un hombre irresponsable que no se preocupa por ninguna de sus hijas” y que al no contestar la demanda dejó más que claro su desinterés en la causa.
Asimismo, el judicial dio lugar a la representación legal exclusiva de la adolescente a favor de su madre y al irresponsable le ordena que cumpla con la sentencia que años atrás le impuso el pago de pensión de alimentos por 250 dólares mensuales para su hija biológica. Se desconoce si esto podría incluir el pago retroactivo de todo lo que le debe.